En Querétaro, cuatro de cada 10 niños y niñas padecen obesidad, informó Julio César Ramírez Argüello, secretario de Salud en el estado, quien expresó que la única forma de combatir la problemática es con ejercicio y una sana alimentación.

Reiteró que la obesidad deriva en enfermedades crónico-degenerativas y, por tanto, va en detrimento de la calidad de vida y de los recursos del sector salud.

“Son 4 de cada 10 niños y forzosamente hay que cambiarlo porque no va a haber dinero en salud que alcance para atender la situación”, expresó.

Recordó que México es el país número uno en obesidad infantil, mientras que más de la mitad de la población adulta tiene sobrepeso, esto según datos de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Somos el primer lugar a nivel mundial, desgraciadamente es un factor que contribuye a enfermedades crónico-degenerativas, la obesidad a la larga condicionará esas enfermedades (…) genera hipertensión, diabetes, insuficiencia renal, enfermedades cerebro-vasculares, tendremos una muerte pronta si no nos cuidamos”.

En 2017, la Secretaría de Salud del estado reportó que 10% de los niños y niñas menores de cinco años tienen algún tipo de obesidad o sobrepeso, justo en la edad en que la alimentación y nutrición está a cargo de las mamás y papás.

La obesidad y sobrepeso están consideradas entre las principales causas de muerte en México, debido a la consecuencia de enfermedades que tiene.

De continuar la tendencia, se calcula que los recursos económicos serán insuficientes para costear la atención médica de la población, pues en la actualidad se erogan más de 30 mil pesos al día para la atención de las personas que requieren tratamiento.

Además, se estima que 35% de los adolescentes en el país tienen alguno de estos padecimientos.

A nivel mundial, la FAO reporta que más de 672 millones de adultos y 124 millones de niñas y niños (de 5 a 19 años) son obesos, y más de 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso, mientras que más de 820 millones de personas padecen hambre.

“Una dieta saludable es la que proporciona las necesidades nutricionales de los individuos, con alimentos suficientes, inocuos, nutritivos y diversos, para llevar una vida activa y reducir el riesgo de contraer enfermedades” recomienda la Secretaría de Salud.

Esta debe incluir verduras, frutas, leguminosas, alimentos de origen animal, cereales integrales, nueces, semillas y alimentos con un bajo contenido de grasas (sobre todo grasas saturadas), azúcar y sal.

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