La construcción de la Catedral de Querétaro es un proyecto que todavía no se sabe si continuará o no, debido a que actualmente la Diócesis de Querétaro no tiene obispo.

Es por ello que será el nuevo designado por el Papa, quien decida si mantiene firme el plan de levantar un edificio religioso que tendría capacidad para albergar hasta 5 mil personas, dijo el vicario general, Martín Lara Becerril.

“Querétaro nunca ha tenido un edificio religioso que haya sido destinado expresamente para la catedral (…). No sería una nueva catedral, porque nunca hemos tenido una, sería, más bien, la Catedral de Querétaro”.

Recordó que durante la gestión como obispo de Faustino Armendáriz Jiménez, durante dos años se trabajó para construir el primer recinto destinado a albergar la catedral, que no se tiene calculado qué inversión requiere.

Hubo, abundó, 19 proyectos que concursaron para ser elegidos por la Diócesis. Todos los bosquejos que se presentaron implicaban una inversión de más de 500 millones de pesos.

Faustino Armendáriz —el anterior obispo que dejó la Diócesis de Querétaro tras ser nombrado arzobispo de Durango— trabajó arduamente para concretar la construcción de la catedral, pero los trabajos se estancaron.

El nuevo obispo de Querétaro, cuando se le dé el nombramiento desde el Vaticano, será quien deberá determinar si el proyecto continúa, reiteró Lara Becerril

En caso de que se dé continuidad al proyecto, dijo, deberá enriquecerse, mejorarse, además de que se tendrán que realizar las gestiones pertinentes para conseguir los recursos.

La catedral, puntualizó será una realidad únicamente si se suman voluntades, tanto en sentido económico, como espiritual y de consensos.

“Estamos a la espera de que el Santo Papa nombre al nuevo titular de la Diócesis de Querétaro para presentarle en qué estado se encuentra este proyecto. Esperamos firmemente que nuestro nuevo pastor vea con buenos ojos este proyecto y que se sume a lo que ya se ha trabajado en estos dos años pasados, y que el proyecto de la Catedral de Querétaro sea una realidad”.

Hasta el momento únicamente se tiene concluido el proyecto arquitectónico. No se alcanzó a poner la primera piedra.

Ya se tiene terreno

También se cuenta con un terreno localizado en la colonia Centro Sur en la capital del estado.

Actualmente la iglesia ubicada en el antiguo oratorio de San Felipe Neri, que se localiza en la calle de Madero, en el Centro Histórico, funge como una pequeña catedral, que tiene una capacidad para albergar a 500 personas, de acuerdo con el obispo.

Francisco Gavidia Arteaga, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, y cronista de la Diócesis, explicó que el templo que se conoce como catedral se construyó en honor a San Felipe Neri.

Desde 1864, en cinco templos ha recaído el honor de ser la iglesia principal de la Diócesis, sede episcopal desde la que el obispo imparte fe y doctrina.

El templo parroquial de Santiago fue sede del 7 de febrero de 1864 al 25 de julio de 1865; el de San Francisco del 25 de julio de 1865 al 11 de enero de 1911; el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, mejor conocido como La Congregación, tuvo ese privilegio del 11 de enero de 1911 al 15 de agosto de 1920. El templo de San Antonio fue sede del 18 de enero de 1932 al 2 de octubre de 1935, mientras que desde 1920 hasta la fecha, se ha designado a San Felipe Neri para albergarla.

Deseo no cumplido

En la página de internet de la Diócesis de Querétaro se detalla que la Diócesis se erigió gracias a la bula pontificia Deo Óptimo Máximo que se emitió el 26 de enero de 1863, mientras que el 7 de febrero de 1864 quedó constituida la parroquia de Santiago como la primera catedral de la nueva Diócesis. Desde 1864, nueve obispos la han encabezado, y cuatro de ellos realizaron acciones orientadas a iniciar la construcción de la primera Catedral de Querétaro, todas esas acciones se detuvieron por diferentes motivos.

Gavidia Arteaga ahondó que el primero que intentó establecer una catedral fue don Rafael Sabás Camacho y García, obispo de 1885 a 1908.

Camacho García recibió instrucciones de la Santa Sede para adquirir terrenos que fueron del templo de San Francisco, pero se topó con cobros elevados que se lo imposibilitaron, teniendo que desistir de ubicar la catedral en donde hoy se encuentra el Gran Hotel.

Obtuvo un terreno al sur de la Plaza de Armas, pero por diferentes causas, entre ellas enfermedades, no concretó el proyecto.

Quien intentó posteriormente encabezar los trabajos para construir la catedral fue Manuel Rivera y Muñoz, obispo de 1908 a 1914.

Para concretar la obra adquirió 450 metros cuadrados; el 23 de mayo de 1912 se colocó la primera piedra, ceremonia en la que se contó con la presencia del arzobispo de Michoacán, Leopoldo Ruiz, el obispo de León, Emeterio Valverde Téllez y el de Zamora, José Othón Núñez.

La gente donó material y dinero, pero los movimientos armados, falsos rumores de que el obispo destruiría el templo de Santa Clara, la situación bélica del país y la muerte del obispo, hicieron que la obra quedara en el olvido.

Los 450 metros cuadrados que destinaría a la catedral los expropió el gobierno, que convirtió el espacio en lo que hoy es el jardín Guerrero, mientras que la Casa Episcopal, que quedaría justo frente a la catedral, es hoy la delegación Centro Histórico.

Mario de Gasperín Gasperín, obispo de 1989 al 2011, y hoy obispo emérito, consiguió un terreno para construir la catedral en la zona Centro Sur en 1994.

Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de 2011 a 2019 convocó a diseñar la primera catedral; de ese concurso se eligió una obra que albergaría a 5 mil fieles, pero esas acciones para tener la primera Catedral de Querétaro se detuvieron, tras ser nombrado arzobispo de Durango.

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