El gobierno del estado asignó para 2026 un presupuesto de 170 millones 222 mil pesos para los programas de atención a grupos vulnerables y fortalecimiento de la participación social, operado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesoq).
Esta cifra supone un incremento de 4.8% en comparación con los 162 millones 366 mil pesos que la misma dependencia recibió en 2025 para acciones similares de desarrollo social; aunque el aumento no es elevado, permite compensar parte de la inflación y sostener los servicios en una entidad cuya población sigue creciendo rápidamente.
El programa, conocido formalmente como “Atención a grupos vulnerables y fortalecimiento de la participación social”, es el principal instrumento con el que la Sedesoq atiende a sectores en situación de pobreza, discapacidad o vejez.
En el presupuesto de 2026 se detallan con mayor claridad las dos acciones que concentran la mayor parte de los recursos; la primera es el programa de apoyo alimentario, que incluye la entrega de despensas y acciones para mejorar la nutrición de las familias más necesitadas.
Para este rubro se contemplan 199 millones 788 mil pesos, una cantidad que supera incluso el total del programa principal, lo que indica que podría complementarse con otros fondos o transferencias. Este apoyo llega directamente a hogares con discapacidad o en pobreza alimentaria y es uno de los más demandados en los 18 municipios.
La segunda acción destacada son los Clubes de las Personas Adultas Mayores, espacios comunitarios donde las personas de la tercera edad participan en talleres culturales, actividades físicas, recreativas y de convivencia; para 2026 se asignan 59 millones 998 mil pesos.
Cabe recordar que, según los datos reportados al cierre de septiembre de 2025, ya se habían ejercido 40 millones de pesos en este mismo esquema, lo que demuestra que el programa opera de manera continua y con buena ejecución.
Estos clubes han resultado especialmente valiosos para combatir el aislamiento social, un problema creciente entre los adultos mayores.
Ambas iniciativas están alineadas con el eje de Salud y Vida Digna del Plan Estatal de Desarrollo, y contribuyen a objetivos nacionales como la eliminación de la pobreza.
En Querétaro, donde más de 12% de la población tiene 60 años o más, según el Inegi, este tipo de programas adquiere relevancia ante el envejecimiento demográfico que vive el país.