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Con el objetivo de facilitar la incorporación de proteínas en la alimentación de personas de escasos recursos o comunidades rurales apartadas, Alejandro Cruz Mendoza, coordinador de Proyectos Especiales del Departamento de Vinculación Social de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), lleva a cabo un proyecto de cultivo alternativo de microalgas, específicamente de Arthrospira maxima, mejor conocida como espirulina.
“La ventaja de esta microalga es que tiene entre 70% y 80% de proteína, un 10% a 20% de lípidos y el restante son carbohidratos. Todos buscamos consumir proteína en nuestra alimentación, ya que es a base de ella que producimos músculo y generamos enzimas, además de que promueve la actividad inmunológica. Generalmente la proteína la obtenemos de la carne, pero en las comunidades rurales muchas veces no es posible consumir carne, ya sea por el costo o simplemente porque no hay”, señaló.
Cruz Mendoza manifestó que, desde 2014, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) propuso la espirulina como un aditivo alimenticio y promovió su cultivo en África.
“La ventaja de esta alga es que la variedad Arthrospira maxima es mexicana. Entonces, pensamos que esto podría replicarse en México. La intención que tenemos con este proyecto es producir esta microalga pero con un medio de cultivo alternativo, pues los reactivos que se usan en el laboratorio son caros o difíciles de conseguir, sobre todo si vives en una comunidad rural”.
El proyecto, que dirige Cruz, promueve el cultivo doméstico de la espirulina, utilizando como medio de cultivo orina humana, solución de hierro creada a partir de clavos oxidados, bicarbonato de sodio y sal.
“Ya en el municipio de Arroyo Seco hemos estado trabajando. Esperamos que la gente se apropie de este cultivo. Una ventaja que tenemos, por ejemplo, es que no necesitamos usar agua nueva, se puede reutilizar la que ya se tiene; la orina siempre la descartamos, pero no hay que olvidar que químicamente tiene propiedades que pueden alimentar a cualquier otro tipo de organismos y, en este caso, la utilizamos con la espirulina”, dijo.
“Nosotros, al consumir espirulina, si la agregamos a nuestra alimentación, tendremos mayor facilidad de producir músculo, además estamos sustituyendo algunos precursores de aminoácidos, que se utilizan en el sistema inmunológico. Por lo tanto, al consumir espirulina, nuestro cuerpo responde mejor a cualquier enfermedad de bajo espectro. No es un tratamiento, pero sí una forma de alimentación que nos ayuda”, apuntó.
Indicó que, desde la época precolombina, los mexicas ya consumían esta especie. De acuerdo con esta experiencia e investigaciones posteriores, es más recomendable consumir el alga fresca junto con el alimento normal, aunque también es posible aplicar un proceso de deshidratación.
La espirulina contiene proteínas más digeribles que las de la carne de vacuno y contiene una sorprendente variedad de elementos nutritivos.
Millones de personas alrededor del mundo utilizan el alga como un complemento alimenticio.
Es especialmente eficaz en casos de anemia, desmineralización y agotamiento. Ayuda a recuperar la forma física, la energía y la vitalidad, y a desintoxicar el organismo.
Se puede tomar de diferentes formas. La más común es en píldora, pero también se puede mezclar con guacamole o añadirla en polvo a diferentes salsas; también añadirla a un batido, para un delicioso desayuno, almuerzo o merienda.
Generalmente es un alimento seguro, pero puede tener efectos secundarios en algunas personas, que incluyen náuseas, diarrea, dolor de cabeza y alergia.