La presidenta de la asociación civil Corazones Mágicos, Fernanda Lazo, consideró que en el caso de menores de edad que cometen delitos graves como el adolescente que violó y asesinó a su prima de seis años en el municipio de Colón, se deben de aumentar las penas, pero acompañadas de modelos de rehabilitación, así como estrategias que ayuden a proteger a los niños de estos sujetos cuando terminen sus condenas.

“Tenemos muchos casos de adolescentes que abusan de otros niños, por eso en Corazones Mágicos tenemos un programa de rehabilitación para adolescentes. Hay que recordar que uno de tres niños que sufren abuso sexual se va a convertir en abusador sexual de otros niños, es lo que nos dice la estadística y los estudios a nivel internacional.

“Por eso tenemos un programa de rehabilitación [para] adolescentes que sufrieron abuso sexual en la infancia y que ahorita ya están agrediendo a otros menores. De hecho, nos están mandando los jueces, cuando salen del centro de internamiento de jóvenes, a los menores liberados para rehabilitarse”, abundó.

Estadística

Subrayó que es bastante frecuente —hasta 70%— que los agresores sexuales sean los mismos familiares de los niños, por lo que el tema es preocupante y frecuente. Enfatizó que el caso de Dulce Cecilia, en la comunidad de El Blanco, en Colón, rebasó los límites, aunque es una realidad que viven muchos niños, que aunque no llegan a matarlos, están expuestos a muchos abusos sexuales.

Explicó que en este programa que llevan a cabo atienden a 27 niños y adolescentes. “Tenemos un grupo, pero no le llamamos agresores sexuales, es un grupo de niños menores de 12 años que vemos que está descontrolado su impulso agresivo y que hay un riesgo que se conviertan en agresores sexuales cuando sean más grandes. No los llamamos agresores sexuales porque son menores de 15 años y no tienen esa connotación sexual que ya tiene un adolescente.

“De adolescentes que se consideran agresores sexuales tenemos 27, mientras que menores de 12 tienen a alrededor de 12 niños”, asevera.

Dijo que el tiempo de rehabilitación de los menores depende de estado en el que se encuentran. En el caso del adolescente del caso de Colón se puede apreciar un impulso agresivo “terrible”, porque aparte de que violó a su prima también la mató, por lo que depende del grado de afectación que tengan los menores.

Agregó que este trabajo ha tenido buenos resultados, pues 22 de estos 27 adolescentes no han vuelto a caer en estas prácticas violentas.

“Ellos vienen a una terapia grupal los sábados… es un modelo único en México, porque somos la única institución que tiene un programa para adolescentes en ese sentido’.

Añadió que todos los adolescentes que participan en este grupo han sufrido violencia en su vida, y sólo en dos casos se tienen sospechas de que sufrieron abuso sexual.

“Cómo sociedad hay una indignación generalizada por el caso de la menor de Colón, pero lo que necesitamos es tomar acciones, hablar con los niños, enfrentar el tema y darles a los niños las herramientas para que puedan prevenir un abuso sexual infantil”, puntualizó.

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