En su infancia, a Drabek I lo acompañó la afición por la lucha libre. Todos los martes acudía con su padre y hermano a la Arena Querétaro, pero no quería ser luchador, sino arquitecto o policía. Fue hasta la adolescencia que sintió ese llamado.

Actualmente se dice afortunado, pues cumplió su sueño de la niñez, siendo policía, y el de la adolescencia, siendo luchador.

Drabek I explica que tiene 13 años de luchador profesional, debutó en abril de 2013 y se ha presentado en buena parte del país, como San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Jalisco, Michoacán y Veracruz.

“De niño acompañaba a mi padre y hermano [a la Arena Querétaro]. Siempre veníamos los martes y de ahí fue naciendo el gusto por la lucha libre y hoy aquí estamos”, dice.

En los 90 del siglo pasado, narra, había carteles de grandes figuras de la extinta empresa WWA, con luchadores que ahora son leyendas del pancracio nacional, como Canek, Fishman y Los Villanos.

“Era una emoción inmensa que llegara el martes y venirnos a la lucha libre. Disfrutaba todo el camino. Es una magia increíble. Lo sigo recordando y es una emoción enorme”.

Sin embargo, fue hasta la adolescencia cuando realmente nacería su deseo de ser gladiador: “Empecé a comprar revistas, a retomar esa afición. Comencé a frecuentar nuevamente la Arena Querétaro. Un día sentado soñé o me imaginé que se sentiría estar del otro lado. De ser el aficionado, a ser el luchador. Un buen día me decidí a venir a la Arena Querétaro, con el profesor Tino Herrera, y así comenzó todo”.

Actualmente, Drabek I es elemento de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, profesión que combina con la lucha libre.

“Me siento muy afortunado, porque mi sueño de la niñez, lo cristalicé siendo policía, y el de la adolescencia también, siendo luchador”. Eso lo puede lograr gracias a que tiene mandos que comprenden su otra actividad y lo han apoyado siempre.

“En este momento me encuentro en una unidad especial. La jefa me brinda un apoyo excelente, cuando se presenta uno de estos hechos [lesiones o golpes fuertes]. El año pasado, me tocaba laborar en calle, y me tocó venir a luchar. Sufrí un golpe muy fuerte en las costillas. Llegué al módulo y le expliqué a mi comandante y con todo el apoyo me dejó ir a descansar, a que me recuperara”.

Precisa que su familia siente el mismo amor que él por el pancracio, tanto sus dos hijos como su hija, además su actual esposa es luchadora.

“Cuando no estamos programados venimos a ver la función, y cuando estamos programados uno u otro, siempre estamos dentro de este ambiente. Si no es así venimos entre semana a entrenar, con el niño más chico, de tres años”, acota.

Al preguntarle si dejaría que sus hijos siguieran su profesión, dice: “Claro que sí los apoyaría. Este es un deporte muy hermoso y no habría nada de malo que ellos quisieran seguir los pasos de nosotros. Además, con qué motivo les diríamos que no se dediquen a ello, si acá estamos”.

Agrega que es un deporte riesgoso, pero con una buena preparación se puede tener una buena carrera. Asimismo, señala que no deben dejar de lado sus estudios, pues es parte importante de la vida.

Destaca que su futuro en el corto plazo es seguir luchando al lado de su hermano, Drabek II, seguir en el gusto del público y mantener un nivel óptimo de lucha, momento por el cual pasan, y continuar así.

Aunque reconoce que también hay que hacerle caso el cuerpo: “A pesar de que somos jóvenes, el cuerpo ya empieza a darnos señales de lesiones añejas, de cansancio. Entonces yo creo que unos cinco años más, tal vez, y pensar en el retiro”.

Agrega que no ha sufrido lesiones o fracturas serias, pero sí torceduras, o golpes contusos. Además, muchas veces no se tiene el tiempo suficiente de reposo, pues si se lesiona un domingo, el lunes ya debe de estar entrenando y en la tarde en la arena.

“Ya sabe. La pomadita, sobadita, una vendita y ahí la vamos dejando, pero llega el momento en que el cuerpo va resintiendo y vienen molestias, dolores en rodillas, brazos, codos, todas las articulaciones, incluyendo la cintura. Dolores con los que estás acostumbrado a vivir”.

Explica que en su caso no puede permanecer mucho tiempo de pie, pues batalla mucho tanto en la policía como en la lucha libre.

“Es difícil, pero si le gusta a uno esto y disfruta lo que haces, das tu extra”, concluye.

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