El sismo de este martes que tuvo su epicentro en el sureste de Axochiapan Morelos con una intensidad de 7.1 grados Richter, en Querétaro alcanzó una escala de intensidad que fluctuó entre 3 y 4 grados, lo que hace que se haya sentido un movimiento telúrico clasificado de débil a ligero, informó el investigador y especialista en sismología del Centro de Geociencias de la Universidad Autónoma de México (UNAM) campus Juriquilla, Ramón Zúñiga Dávila-Madrid.
“La magnitud de 7.5 en la escala de Richter ese es el tamaño, pero en otra medición que es la escala de intensidad, que es como se siente el sismo y ésta va cambiando de acuerdo y conforme nos vayamos alejando del epicentro. Entonces la intensidad en Querétaro se calcula entre 3 y 4”, detalló.
En el caso del sismo de este martes, indicó que en los registros arrojados por los sismógrafos que opera la UNAM: “el movimiento se captó en Querétaro a las 13:15 horas con 23 segundos, casi 35 segundos después de la zona del epicentro”.
El investigador de la UNAM explicó que es un mito que Querétaro sea una zona antisísmica: “en el estado de Querétaro si ocurren sismos, nada más que son de magnitud menor y poco frecuentes, pero si existe la posibilidad de que puedan ocurrir y que sean importantes, con la magnitud del que se presentó este martes”.
Puntualizó que tanto la zona serrana como la del bajío en donde se localiza la capital del estado son igual sísmicas, debido a que regiones hay fallas geológicas, muy similares a las que se tienen en el Estado de México, donde se han registrado recientemente temblores, donde ocurrió uno en 1912 en las cercanías a Atlacomulco y Acambay que son municipios muy cercanos a Querétaro.
Además de que recordó que en 1988 se registraron varios sismos pequeños en la zona de Sanfandila en el municipio de Pedro Escobedo “y esto provocó que se evacuara esta población, para evitar posibles daños entre los habitantes. También hemos tenido registro en Humilpan, Arroyo Seco y Pinal de Amoles”.
