Municipios

Granados: agentes de Peñamiller acordaron hacer la comandancia

Destaca el compromiso que tienen los agentes con la corporación

Foto: Archivo
20/06/2018 |11:25
Redacción Querétaro
RedactorVer perfil

Es loable que los policías de Peñamiller participen de la construcción de su comandancia, dijo Juan Martín Granados Torres, secretario de Gobierno, quien aseguró que la labor de albañilería de los elementos forma parte de un acuerdo que ellos mismos establecieron.

El funcionario explicó que los policías y el gobierno municipal acordaron que los elementos, por las aptitudes que tienen en la construcción, edificarían el nuevo recinto para la Dirección de Seguridad Pública; destacó el compromiso de los elementos y su sentido de pertenencia a la corporación.

“Yo no diría que los están usando (como albañiles), la información que tenemos es que hubo un acuerdo entre los policías y las autoridades para que se realizara esta construcción, dadas las habilidades que tienen los policías”.

Mencionó que el gobierno del estado tiene programados recursos para la seguridad de ese municipio, sin embargo, reconoció que en la lista están atendiendo zonas de mayor prioridad en el reconocimiento que Peñamiller tiene una baja incidencia delictiva.

“Es un municipio con incidencia delictiva baja y que evidentemente los recursos del estado estaban programados para una etapa posterior, primero se tenían que atender en un criterio de prioridad necesidades de mayor urgencia, de mayor concentración urbana”.

En entrevista, recordó que las autoridades de las 18 alcaldías comprometieron el aumento de —al menos—10% al salario de los elementos, y están pendientes de que eso se cumpla; esto porque los policías de Peñamiller perciben un salario entre los 3 mil 700 y 4 mil 300 pesos al mes (según el portal de transparencia del municipio actualizado a marzo de 2016).

Ayer, EL UNIVERSAL Querétaro informó de la labor que, desde hace dos años, realizan los policías municipales peñamillerenses, tareas que —según el testimonio de éstos— son asignadas como castigo.

La obra se hizo necesaria por un recorte presupuestal, como parte de un programa de austeridad de la alcaldesa Margarita Hernández Aguilar, quien optó por dejar de pagar la renta de la comandancia que utilizaban los policías.

En dos años, el avance de la obra es de 50% y las labores de construcción se limitaron a tres intervenciones al mes.