Nuevo Laredo
Cinco de la mañana en el Puente Internacional número dos. Las autoridades de esta ciudad fronteriza comienzan a registrar el paso de los primeros vehículos que forman parte de la séptima Caravana del Migrante, la cual arrancó minutos antes desde el estacionamiento del Walmart de Laredo, Texas, Estados Unidos.
Poco después de las cinco, el flujo de automóviles, sobre todo camionetas, se incrementa a tal grado de que los policías fronterizos destinan carriles específicos para que los paisanos avancen e ingresen a territorio nacional, para pasar las festividades de fin de año con sus familias. Este año se contabilizan alrededor de 550 vehículos, cerca de 50% más que en 2015.
Las cajas traseras de las “trocas” lucen a tope. Aunque hay paisanos que regresan con todo y muebles, la mayoría llevan presentes a sus familiares: electrónicos y ropa, sobre todo.
Los organizadores, entre ellos uno de los fundadores de la caravana, Juan Francisco Rocha Mier, acompañado de bomberos de Querétaro y elementos de la Policía Municipal, están al pendiente de que no haya contratiempos en el avance de automóviles.
Después de cruzar la frontera, los paisanos se desplazan al estacionamiento del Centro Cultural Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Ahí, las autoridades dan el banderazo de salida oficial de la caravana. Entre los asistentes se encuentran los gobernadores de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, y San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras. En representación de Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro, asiste Luis Bernardo Nava.
Desde el primer minuto, elementos de la Policía Federal y del Ejército escoltan al contingente de automóviles, en su travesía al municipio de Jalpan de Serra, última parada del periplo.
A los queretanos, este año se suman paisanos de Guanajuato, Zacatecas, Michoacán y San Luis Potosí.
En su mensaje, al darse el banderazo de salida, Francisco García resalta que la prioridad es “que los migrantes lleguen a casa con bien y en paz, a su paso por territorio tamaulipeco”.
Dice que en el caso de Tamaulipas no solamente habrá apoyo terrestre sino también apoyo aéreo. “Va a haber un helicóptero que le dará seguimiento a las diferentes caravanas para que ustedes se sientan tranquilos”, promete el mandatario; sin embargo, durante el trayecto de Nuevo Laredo a la carretera que va a Nuevo León no se ve en ningún momento ese seguimiento.
Por su parte, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, expone que en su entidad están listos para recibir a los paisanos que buscan pasar la época navideña en familia, “pero también si quieren quedarse existen oportunidades de empleo”, asegura.
La caravana se creó en 2010 para brindar seguridad y facilitar el paso de los paisanos que trabajan en diferentes ciudades de Estados Unidos y visitan México para pasar Navidad.
Alrededor de mediodía, los migrantes hacen una escala para comer en el parador San Pedro, en Matehuala, San Luis Potosí. Después se enfilan hacia su siguiente destino: Rioverde, en la misma entidad.
En ese lugar, son recibidos entre porras y gritos de bienvenida, por lo que el contingente sufre un retraso en su camino a Querétaro. Entusiastas, las familias potosinas acogen a los paisanos con todo y una tambora.
Ante tal recibimiento, los migrantes salen de Rioverde con una amplia sonrisa en el rostro y emprenden la ruta final rumbo a Jalpan de Serra, en donde esta noche habrá fiesta en cientos de hogares.