Las quejas de los huimilpenses se acumulan sobre los mostradores de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), porque “si convocamos a la gente de las comunidades para que venga [a los actos oficiales], entonces nos obligamos a oírla en sus peticiones”.

Así lo acepta Carlos, empleado federal, quien si bien escucha con interés las demandas ciudadanas, centra su trabajo en capturar en la computadora los registros de quienes “tengan a la mano sus documentos de identificación para poder solicitar inscripciones” al programa de Adultos Mayores o 3x1 para Migrantes, entre otros.

Por ahora, en el ayuntamiento de Huimilpan no hay inscripción para los programas que mayormente interesan a la gente: la tarjeta Sin Hambre de Diconsa o accesos periódicos a la leche barata de Liconsa.

Tampoco hay manera de que la secretaría resuelva las peticiones de urbanización y de transporte en un municipio con carencias del 29.7% en servicios básicos para vivienda.

Las peticiones de Juanita, por ejemplo. Ella tiene 52 años y dice vivir en El Vegil, localidad con 2 mil 381 habitantes y en el que 106 viviendas no tienen servicio de drenaje.

“Pasó una camioneta, avisándonos que nos presentáramos. Que era para el apoyo de Prospera. Este año nos dieron un paquete de útiles como chinos, pero qué íbamos a decir si son gratis: los colores todos se rompían, igual que las reglas. Pero ni le hace”, indica.

“Lo que necesitamos es una clínica, porque cuando nos enfermamos, nos mandan pedir ficha a Apapátaro, que está lejos y no tiene una ni para el pasaje”, menciona la mujer.

María Serrano, madre de cuatro niños y también vecina de El Vegil, se queja de que con dos días a la semana que trabaja en la limpieza de una casa no le alcanza para pagar pasajes, de modo que a todos lados se va caminando, aunque tarde dos o tres horas y se le haga de noche en las milpas.

“Quisiera que pusieran la calle porque todo es terracería y está re peligroso para caerse”, comenta.

Reina Vázquez, vecina de la comunidad de La Ceja, localidad que tiene cerca de mil 803 habitantes, de los cuales mil 42 carecen de servicios de salud, solicita: “Que me ayuden para techar mi cuartito, ya está construido y sólo me falta el techo”.

Eustoquia Mondragón, vecina de Las Taponas, donde 135 viviendas no tienen drenaje, también aprovecha su turno: “Quería pedirles de favor que me ayuden a construir otro cuartito y que me apoyen con una bomba para mi siembra”.

“Tengo once hectáreas y con eso nos mantenemos. A mí me dan apoyo de la tercera edad, pero a mi nuera no y creo que le toca”, agrega la mujer al funcionario federal.

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