El gusto por el mundo de las motocicletas fue lo que motivó a Alejandro Juárez Gómez, hace tres años, a establecer su proyecto llamado Rebel 66, en un local ubicado en la calle Hidalgo, en el centro de la ciudad de Querétaro.

Todo el concepto surgió cuando vendía productos de piel en el tianguis del mercado de La Cruz, narró que la gente le preguntaba por un espacio en dónde encontrarlo otros días, además de los domingos.

“Surge porque me gustan las motos, empezamos con la boutique y de ahí se extiende con lo demás, iniciamos en el tianguis de La Cruz, vendíamos cosas de piel, guantes. Por petición de los clientes, como no teníamos local, fuimos apostándole al proyecto y nos dio resultado porque pusimos primero la pasión, antes que hacer business”, expresó orgulloso Alejandro.

Agregó que después de abrir la boutique, la cual inició con la venta de productos de piel dirigidos a motociclistas, como guantes, chalecos, cascos, chamarras; comenzó a incluir joyería, ropa y calzado. Alejandro destacó que 90% de las cosas de piel son fabricadas por él, en un taller que tiene en la parte trasera de la plaza donde está ubicado Rebel 66.

“Cuando estás convencido de hacer algo, si no crees en ti no va a funcionar, tú vas a hacer que funcione, vas a seducir al cliente, al mercado que estás apuntando, si no, no te metes en problemas y puedes agarrar un trabajo en oficina, los proyectos personales son desafíos”, contó Alejandro con convicción.

Dificultades en el camino

Los primeros años de impulsar el negocio, ya en el comercio establecido, fueron desgastantes porque Alejandro dice que un negocio es de resistencia, además de que se deben redoblar esfuerzos para lograr que el proyecto rinda frutos.

“Aunque los especialistas digan que si un negocio no te da al momento [no es negocio], están equivocados, pero un negocio para que se consagre hoy en día, está entre cinco y siete años, si sobrevives ese tiempo, puedes vivir de eso, aquí sí tienes que poner el alma… Estás casado con tu negocio, los primeros años no salía para tener algún ayudante, desarrollar un nuevo proyecto o hacer diseños de nuestra marca, no había presupuesto para desarrollar algo así”, contó.

Expansión

Después de haber impulsado la boutique, integró una barbería y un estudio de tatuajes para ofrecer más opciones a sus clientes, los cuales oscilan entre 25 y 60 años, siendo más hombres que mujeres.

“La barbería, porque siempre me ha gustado lo de la vieja escuela, fue un capricho, como el estudio de tatuajes… Mi cliente es de 25 a 60 años, más hombres que mujeres, estamos sacando proyectos para dama porque nos lo han pedido, estamos como en incubación de ideas”, manifestó.

Lo más fresco en el concepto de su negocio, como Alejandro lo llamó, es la pizzería, que acaba de cumplir un año; también ofrece cortes de carne, ensaladas, baguettes, papas al horno, entre otras cosas.

“Hemos cambiado día con día aquí y no vamos a apostarle a algo que no va a crecer, va jalando poco a poco, nuestro producto es premium, es para satisfacer”, enfatizó, seguro de lo que está realizando.

Dentro de los productos originales que ofrece se encuentra la cerveza marca Rebel 66, así como botellas de mezcal.

Eventos nacionales

Alejandro también lleva su marca a eventos de nivel nacional, donde acuden motociclistas de diferentes partes del país, para que así su marca tenga un mayor impacto, más allá de lo local.

Narró que al año por lo menos acuden a dos eventos, uno de ellos en León y otro en Mazatlán. En esta ocasión acudirán a un tercero, que será en Aguascalientes.

“Vamos a eventos nacionales, este año vamos a un evento nacional en Aguascalientes, donde se esperan alrededor de 21 mil motociclistas… En la semana de Pascua del año pasado, debutamos en Mazatlán y nos fue bien, este año volvemos a ir, la gente nos ha respondido bien… Ahora vamos a Aguascalientes y veremos qué pasa, toca Creedence”, señaló.

Originalidad

Al entrar a la boutique, e incluso desde afuera, se puede observar la prevalencia del color rojo que da color a los anaqueles, repisas, pisos y algunos otros detalles, que en su mayoría son de madera, además de que son modificaciones que el propio Alejandro ha realizado a los locales para darle su toque personal, y que ha quedado acorde al concepto que maneja.

Primero entras por la boutique, después llegas a la barbería, a donde un estilo antiguo da la bienvenida a hombres que acuden a hacerse un corte de cabello y de barba, además de relajarse un rato.

Sigues el camino y en el tercer local puedes encontrar una cabina de tatuajes y una barra, donde te pueden servir alguna cerveza o incluso agua del día.

“La gente dice que es algo diferente, como no tengo tiempo de andar sondeando les creo, me clavo en mi proyecto, voy desarrollando las ideas como se van dando”, dijo.

Palabras que impulsan

Honestidad, disciplina y respeto son las tres cualidades que Alejandro tiene como cábala, además puntualizó que si también las pones en práctica en tu vida personal existe una transformación.

“Si realmente quieres esto va haber frutos, pero el proceso tiene su tiempo de vacas gordas, tiene su curva económica, no son puras rectas… Mientras saques gastos y te dé para llevártela, vamos bien… Cimentar bien este proyecto y mantener una plantilla laboral es el futuro”, concluyó.

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