El robo fue inesperado pero simple, el error de Aldo fue tener la necesidad de utilizar un cajero automático en Ciudad Nezahualcóyotl cuando se encontraba de paso por el Estado de México. Perdió más de 3 mil pesos.

Se trata del robo de identidad, un problema que en México ha tenido un dramático aumento en los últimos años y que lo coloca en el octavo lugar a nivel mundial.

Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en el país 67% de los casos de robo de identidad se da por la pérdida de documentos; 63% corresponde al robo de carteras y portafolios, mientras que 53% es por información tomada de una tarjeta bancaria.

¿Qué es el robo de identidad?

Este delito se da cuando los datos de una persona como nombre, número de seguridad social, credencial de elector, licencia e información bancaria son utilizados sin permis ante terceros y con ello realizan fraudes o robos que pueden poner en riesgo, incluso, todo su patrimonio.

Anteriormente la manera más común de este delito era con el robo de carteras o tarjetas bancarias; sin embargo, con el avance de las tecnologías y la innovación en cuanto a los métodos de pago estos han evolucionado, ya que tan sólo a través de un mensaje de texto, delincuentes pueden apropiarse de tu información al hacerse pasar por un banco o empresa.

También se sabe que con la obtención ilegal de datos las personas pueden ser víctimas de soborno, chantaje y extorsión, pues muchas veces la información que es extraída puede comprometer más que la seguridad de la persona.

Clonación de tarjeta y robo

Aldo Estrada se encontraba en el Estado de México por cuestiones de trabajo, era media tarde y decidió ir al cajero automático en Ciudad Nezahualcóyotl para retirar dinero e ir a comer. Ante las advertencias que siempre se hacen, revisó que no hubiera tapas falsas ni algo irregular en la máquina, por lo que sacó su dinero y se fue.

Al otro día viajó a la ciudad de Querétaro para visitar a su familia, pagó los boletos en efectivo, pues siempre ha sido temeroso de pasar su tarjeta en cualquier lado.

Luego de algunos días hizo una recarga de saldo para su teléfono a través de internet, pero fue rechazada; sin embargo, al pensar que se trataba de un error en el sistema no le dio importancia.

“Decía que el saldo era insuficiente en mi tarjeta y yo pensé que había sido un error del sistema”.

Días después decidió ir nuevamente a un cajero para retirar dinero, con el que cubriría sus gastos del último día en la ciudad, así como el boleto de regreso a la Ciudad de México. No obstante, cuando revisó el saldo la sorpresa fue que su cuenta se encontraba sin fondos; no tenía ni un peso. En cuanto tuvo oportunidad, asistió al banco para denunciar el robo y hacer la cancelación del plástico. Había perdido 3 mil 200 pesos.

Además de la molestia y preocupación por el robo, Aldo se enfrentó a la “terrible burocracia” del banco, misma que obstaculizó toda posibilidad para apoyarlo en el trámite con el que tenía la posibilidad de recuperar el dinero de su cuenta profanada.

“Fueron dos días para hacer la denuncia y fue un trámite muy cansado. Me pusieron muchísimas trabas para poder proceder”, recuerda.

Aldo tuvo que llenar muchos documentos, acompañado de diversas confirmaciones de documentos que tuvo que hacer en más de una ocasión, así como el contrato de apertura de cuenta, identificación y finalmente quedar a la espera del análisis del banco.

Después de algunos días, la investigación arrojó que todo su dinero fue gastado a través de la aplicación de taxis privados UBER, en la Ciudad de México, donde se gastaron cada peso que Aldo tenía en esa cuenta.

“Fue en una aplicación de UBER, yo jamás e utilizado el sistema y por lo tanto, pues no reconocía ninguno de los movimientos”, señala la víctima .

Tras ese resultado, Aldo continuó con el trámite; se reunió con diversos ejecutivos de cuenta y el día que se cumplía la fecha límite para concluir el trámite le dijeron que hacía falta una “carta de motivos”, en la que no reconocía los movimientos hechos, mismos que comentó, ya había asentado en diversos documentos.

Finalmente, y sin tener tiempo de hacer el documento porque le notificaron, prácticamente, a minutos de que se venciera el plazo, el banco dio por terminado el proceso y él se quedó sin la posibilidad de recuperar su dinero.

Robo de identidad en Querétaro

En el estado de Querétaro existe una iniciativa promovida por la diputada priísta, Isabel Aguilar Morales, para tipificar el robo de identidad como un delito grave, misma que busca proteger a los usuarios a través de sanciones adecuadas para ese delito que va en aumento.

Cabe señalar que de 2016 a la fecha, la Condusef en Querétaro registró más de 75 expedientes por conciliaciones por la presunta comisión de delitos de robo de identidad, así como por movimientos crediticios no reconocidos por clientes financieros.

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