El 85% de personas que fueron arrestadas por conducir bajo los influjos de bebidas alcohólicas durante 2020 son hombres.

Además, se logró una reducción de 70% en accidentes de tránsito relacionados por el consumo de alcohol, informó el secretario general de gobierno, Tonatiuh Cervantes Curiel.

Explicó que el total de personas remitidas al Torito y la Vaquita fueron mil 962, de las cuales mil 731 tuvieron que pernoctar ahí y 261 pagaron una multa.

La recaudación por el pago de multas fue un millón 499 mil 194 pesos, recurso que entra a una bolsa general del municipio y que sirve para fortalecer al programa de alcoholimetría.

“Las personas remitidas son presentadas ante el juzgado para que el juez cívico determine la sanción que le corresponde, que puede ser administrativa o el arresto”, puntualizó.

El funcionario agregó que, de 2016 a 2020, se han interpuesto 350 amparos para no cumplir con la sanción que se determina por conducir en estado de ebriedad.

“En 2020 fueron 42 amparos y 25 nulidades. La gente tiene derecho de hacer lo que corresponda, muchas veces buscan la nulidad del acto jurídico, pero ninguna procedió y tuvieron que pagar lo correspondiente a la sanción”, destacó.

Cervantes Curiel refirió que, derivado del programa, se puede estimar que hubo una reducción de 72% en accidentes relacionados al programa de alcoholimetría.

Recordó que en la delegación Cayetano Rubio no se han hecho operativos, ya que reconoció que no tiene las vialidades adecuadas para su instalación, además de que no se cuenta con una cantidad importante de lugares de recreación o esparcimiento que lleven a la necesidad de ponerlo en esa zona.

“Se deben poner en zonas estratégicas que están en el centro de la delegación , desembocan o están cerca.

“Hay un trabajo coordinado y habrá que platicar con el titular de la SSPMQ para saber qué trabajo están implementando en esta delegación en materia de prevención”, manifestó.

El programa como política pública cumple cinco años de vigencia. Aseguró que se han logrado evitar accidentes y pérdidas de vidas, aunque se debe insistir en la reducción de consumo alcohol.

Añadió que se continua fortaleciendo el programa, además se busca enlazar el tema general de las infracciones no únicamente por alcoholimetría, también por las que se cometen en el interior de las colonias, y con otros aspectos de prevención social para ver de qué forma puede haber mayor vinculación entre institutos o dependencias.

“Esta política pública ha fortalecido la confianza social porque tiene como objetivo disuadir y sensibilizar a los conductores de motor respecto a los riesgos (...) Hay un beneficio social directo de prevenir conducir bajo la influencia de alcohol, ya que hay riesgo de perder la vida, sufrir accidentes de tránsito costosos, además de lesiones”.

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