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El vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), Luis Alberto Vega Ricoy, reconoció que el desfogue de la presa Zimapán avanza más lento de lo esperado, aunque aseguró que el gobierno estatal aplica una estrategia de reservas y tandeo para mantener el suministro en la zona metropolitana de Querétaro.
Explicó que el desfogue inició el viernes tras superar la presa el 100% de su capacidad, alimentada por los ríos Tula y San Juan y por presas de Hidalgo y el Estado de México.
El agua llega con alta turbiedad, lo que impide bombearla al Acueducto II sin dañar las bombas. La meta es reducir el nivel a 1,557 metros sobre el mar, pero las aportaciones constantes retrasan el proceso: “Vamos lentos, no tan rápido como quisiéramos”, admitió.
Mientras tanto, el “bordo de seguridad” de la CEA se mantiene al 70%, lo que garantiza agua para al menos seis días más, mientras que otros tanques siguen al 100 %. La zona norponiente, en colonias como Menchaca, San Pablo y Peñuelas, es la más afectada y recibe agua por tandeo de uno o dos días. En Milenio, Cimatario y El Marqués, el esquema es intercalado cada 24 horas; en Corregidora y el sur de Querétaro, por bloques de 12 horas.
Vega Ricoy destacó que, además del tandeo, se envían pipas gratuitas en coordinación con municipios, la SEDENA y el gobierno de Guanajuato, reiterando que ningún servicio tiene costo. Finalmente, llamó a la población a cuidar el agua y atender únicamente los canales oficiales de información para conocer el avance del plan.