Cada 28 de diciembre deambulan en la Sierra Gorda, camionetas bien armadas, rines cromados, sonidos impecables que entonan corridos y música de banda y mariachi. Paisanos que regresan del “sueño americano”, con dólares en la bolsa, invitando “cheves” a los cuates y con la esperanza de un futuro mejor, sabedores que ellos son los que mueven la economía de esta región, son recibidos por el pueblo, que incluso pide en misas, para que les vaya bien en el norte, en la pisca de naranja, en la construcción o en el campo.

Son ya catorce años en donde los Comerciantes Organizados de Jalpan de Serra, han podido recibir y homenajear a los “Paisanos de la Sierra Gorda”, sostuvo a EL UNIVERSAL Luis Trejo Altamirano, quien encabeza este proyecto, que a través de los años se ha consolidado, “hace años arrancamos con grupos muy modestos, con poco presupuesto, pero ahora es diferente, todos los gobiernos apoyan y respaldan a la organización.” sostuvo.

El organizador principal de este festejo agregó que continúan tocando puertas para que cada año sea mejor, “recordemos que lo que se recauda en el baile popular, es para apoyar a los bomberos y al asilo de ancianos, así ha sido siempre, y por ello debemos de estar orgullosos”.

En el evento, el alcalde de Pinal de Amoles, César Arcega, dijo que en el año 2000, un grupo de amigos se organizaron para lograr este objetivo, “nos queda claro que las remesas que mandan son vitales en la economía.

De igual manera, Saúl Trejo Altamirano, alcalde Jalpan de Serra, quien ha sido uno de los organizadores fundadores, manifestó que le da mucha gratitud a todos los paisanos, por su esfuerzo y constancia en Estados Unidos (EU), “esta es una fiesta, y se ha convertido en toda una tradición, y que disfrutan al máximo en esta región”.

El alcalde de Jalpan, reiteró sus buenos deseos; un año de éxito y mucha salud a todos los habitantes de la Sierra.

Por su parte, Gilberto Pedraza Núñez, diputado local de la Sierra, externó que ha sido testigo de la historia, cuando los comerciantes arrancaron con este reconocimiento a los connacionales, ya que su trabajo es el referente de la economía.

De esta manera las autoridades y empresarios locales, entregaron dólares a los ganadores de las camionetas más vistosas y adornadas. Cien dólares al cuarto lugar; 250 al tercero; 500 al segundo, y mil al primer lugar.

Por la noche todos bailaron al ritmo de Saúl, “El Jaguar de la Sierra”, conmemorando un cierre de año y deseando una mejor economía.

Las “trocas”, las botas, los gritos y la alegría se mezcló en una noche más, dibujada por los hombres y mujeres que luchan por su familia y que añoran regresar a su tierra.

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