Es tan complejo el estudio de la mente que solamente pocos se atreven a intentar descifrar como una emoción transforma al ser humano. Mente y cuerpo son indispensables en el desarrollo de un deportista, pero la mayoría de las veces se nos olvida poner atención en lo primero.

Diana Ivette Garfias trabaja día a día para ser parte de esa selecta lista de mujeres exitosas en el deporte, en nuestro país.

En cada paso me doy cuenta de lo difícil que es trabajar en el contexto machista que todavía existe. No quiero generalizar, hay muchos hombres que dignifican nuestro género, pero ha sido complicado, siempre he buscado la manera de apoyarme entre mujeres”, explicó.

Sicóloga con especialidades en educación y desarrollo infantil, actualmente estudia la maestría en actividad física y deporte, miembro de la Sociedad iberoamericana de psicología de la actividad física y el deporte, entrenadora de taekwondo en Martial Fit Querétro, taekwondoín y karateca, Diana Garfias relata su historia y cómo fue parte del logró histórico obtenido por la selección estatal de taekwondo en Olimpiada Nacional.

Empatía con el deporte

Encontró en el taekwondo una inspiración y un estilo de vida; hace ocho años comenzó en el karate y además de la disciplina, este deporte le trajo el regalo del amor, a su esposo Christopher Muciño.

Siempre me gustó hacer actividad, hice karate junto con mi hermano, iba siguiéndole la pista; a los 11 años mi hermano buscó escuelas de taekwondo y se quedó con el maestro Gabriel Chávez. A una prima la querían meter, pero ella no quería y para poderla convencer me dijeron que entrara con ella, acepté y me enamoró de la clase. La relación del maestro con los alumnos, la pasión que se notaba fue lo que me vinculó”, explicó.

Una condición en sus rodillas, llevó a Diana a ser operada de sus dos ligamentos, por lo que no pudo desarrollarse tanto como atleta. Quizás la situación que la llevó a querer ayudar a otros, como lo hace ahora, fue vivir la lesión de su hermano (César Garfias) que lo privó de un desarrollo profesional en lo deportivo.

El deporte me ha dado muchas satisfacciones, creo que me hace sentir fuerte, motivada para dedicarle mi tiempo a los siguientes competidores, es un compromiso porque mucho tiempo yo sufrí, yo no tenía todas las herramientas necesarias. Una experiencia que también me dolió fue con mi hermano, yo creo que eso me marcó más que lo mío, porque lo vi sufrir muchísimo, esa experiencia me dejó un gran compromiso ahora con otros atletas”, dijo.

Trabajo con atletas

Diana apoya a jóvenes de entre 12 y 18 años que compiten por Querétaro como parte de la selección estatal, el trabajo con ellos resultó todo un reto, donde algunos atletas atraviesan la etapa más difícil… la adolescencia.

Tenía que lograr que confiaran en mí. Tuve que trabajar con personas que no estaban acostumbradas a trabajar con un sicólogo, y sobre todo que alguien externo interviniera en sus procesos de entrenamiento (…) Mi trabajo ahora es ese, la diferencia entre un sicólogo del deporte que no vivió estas experiencias, es que el que sí las vivió tendrá una mayor conexión con el competidor”, mencionó.

Muchas veces, los que estamos desde las gradas viendo una competencia, juzgamos cuando el deportista no fue capaz de obtener una medalla o un trofeo, sin entender, que el éxito deportivo es un proceso.

La mayor parte del trabajo tiene que ser en la preparación del atleta, no cuando ya está en la competencia y se muere de nervios. (…) El grueso de la población que no es deportista no entiende esa parte, es muy fácil criticar y a veces quien aún y sabiendo de deporte critica. No se tiene la sensibilidad para ver más allá de un último lugar. Falta que haya más gente que quiera hacer deporte en nuestro país”, comentó.

Como parte de su desarrollo profesional e interés por descubrir ¿cómo la sicología deportiva puede ayudar a más historias de éxitos?, Diana trabaja en la publicación de un libro propio, el cual es el reflejo del trabajo que ha hecho en estos años. Personajes como: Juan Carlos García, presidente del Colegio estatal de psicólogos de Querétaro, Salvador Allende impulsor de “101 juegos y la pedagogía del taekwondo” y Osiris Romero, presidente de la asociación queretana de taekwondo han contribuido a su desarrollo profesional.

Este libro contempla los factores o procesos cognitivos de estas etapas de Olimpiada en taekwondo. Los procesos psicológicos que se ponen en juego para una Olimpiada Nacional, las necesidades, los factores externos, los padres de familia, sus características, sus necesidades y las que requiere el atleta de ellos. Parte de la conclusión es elaborar un programa que contemple todas estas necesidades y crear un programa de intervención”, mencionó.

A pregunta expresa sobre ¿qué le diría al deporte si este fuera persona?

Gracias por entrar en mi vida, gracias por hacerme sentir en mi cuerpo, en mi mente, en mis emociones cosas que no podría sentir en ningún otro momento, gracias por ayudarme a ayudar a otros”.

bft

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