La edición número 156 de la Peregrinación a Pie de la Diócesis de Querétaro al Tepeyac sigue adelante en su objetivo de llegar a la Basílica de Guadalupe. La jornada inició a partir de las 4:00 de la mañana con el despertar de los peregrinos, quienes recibieron la bendición, almorzaron en Arroyo del Saltillito y luego se dirigieron a la comunidad de Canalejas, en el municipio de Jilotepec, Estado de México.

En este lugar, los cerca de 30 mil peregrinos realizaron la novena y escucharon la misa que ofició el obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, quien además ofreció la primera comunión a 15 niños varones de Querétaro.

El obispo recomendó a los pequeños y a sus padrinos comprometerse a conocer y vivir en primera persona la gracia de Dios a través de la eucaristía, asegurando que ésta fortalece el espíritu del cristiano.

En su homilía, el eclesiástico aseguró que la palabra de Dios representa la motivación y el aliento para continuar el peregrinaje, aunque fue crítico con quienes no toman con seriedad este acto de fe.

“También he sido testigo de todos esos hermanos que caminan sin eucaristía. ¡Qué tristeza! Ahí que se las vean con Dios. Ya no nos cansemos de decir: esos adelantados, esos que van atrasados. Dios que los juzgue. Pero con fraternidad hay que invitarlos a vivir la experiencia eucarística todos los días.

Dijo que a pesar del poco compromiso que demuestra mucha gente, alejándose de Dios, él puede brindar muchas oportunidades para conocer su divina gracia. “Dios en la historia del hombre siempre ha tomado la iniciativa para rescatarlo de su pecado y darle una nueva oportunidad”.

Sugirió a los miles de fieles congregados alejarse de todas aquellas acciones que puedan ofender a Dios y mencionó que la peregrinación es una gran oportunidad para reflexionar al respecto, tomando conciencia de la importancia de este evento para alimentar el espíritu.

“Qué diferente es caminar con Dios a hacerlo sin Dios. Los invito a valorar este sacramento de la eucaristía, pero también a aquellos que los ha hecho instrumentos para que la eucaristía sean una realidad, los sacerdotes”.

Al respecto, reconoció la intensa labor que han realizado los sacerdotes a lo largo del peregrinaje.

“En gratitud a los sacerdotes, esperamos sus oraciones, que es el mejor regalo que les pueden hacer a ellos, orar para que sigan distribuyendo a ese Jesús vivo a quien nosotros adoramos en el camino de la peregrinación”.

Por otro lado exhortó a los fieles a asumir su compromiso como hijos de Dios, para que la convicción espiritual la hagan patente en sus comunidades, afirmando que nadie puede hacer labor de manera solitaria.

“Todos los aquí presentes, pertenecen a una comunidad parroquial, nadie puede evadir su compromiso de estar cercano a su comunidad, nadie puede ser peregrino sin comunidad”.

Al finalizar la misa, los miles de congregados aprovecharon la ocasión para cantarle Las Mañanitas al obispo Faustino Armendáriz, quien cumplió 60 años de vida, asegurando que era especial vivir su onomástico en compañía de su familia, en clara referencia a los miles de católicos que escucharon atentos el mensaje clerical.

El camino de los peregrinos continuó hasta la cabecera municipal de Jilotepec, donde pernoctaron. Este viernes en el Campo Ojo de Agua, además de escuchar misa, aprovecharán la ocasión para otorgar las medallas que acreditan los 25 y 50 años como peregrinos a varios de los participantes. Al terminar continuarán su marcha hacia Tepeji del Río, en el estado de Hidalgo.

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