“En ese momento se me vinieron a la mente mis compañeros fallecidos. Uno de ellos era muy agresivo, que no se dejaba de nadie; así lo golpearan, no se dejaba de nadie, pero desgraciadamente, por valiente, ya no está con nosotros”, cuenta José Juan, un taxista queretano cuando recuerda la última vez que fue asaltado.

José Juan se convirtió en taxista desde hace más de 23 años y menciona con preocupación que de hace unos años a la fecha los asaltos contra ellos son cada vez más frecuentes. Tiene miedo.

“De cinco años para acá se ha puesto más difícil la situación del taxi, hay muchos asaltos. La mera verdad, ando con miedo”, dice.

De todo el tiempo que lleva de taxista, José Juan recuerda que ha sido asaltado tres veces. La primera vez fue en la Obrera, la segunda fue camino a San Miguel de Allende y la más reciente, hace un par de semanas, en la colonia El Sol, al noroeste de la ciudad de Querétaro.

En Plaza de las Américas subió a unos pasajeros que habían ido a comprar “el súper”. Le pidieron que los llevara a la colonia El Rocío. Les cobró 60 pesos. Hasta ahí todo era normal. De regreso, a la altura de la colonia El Sol le hicieron la parada tres jóvenes “de mala apariencia”. Los subió y le pidieron que los llevara a la colonia San Pablo.

“Faltaban como 15 minutos para las ocho de la noche. Los chavos se veían medios agresivos y empecé a presentir algo malo porque en el camino empezaron a sacar perfumes de sus ropas. Ahí pensé que esos chavos se dedicaban a la uña”.

Continuó el trayecto, pero al llegar a una calle que al parecer ya tenían bien identificada le pidieron que se detuviera. Había un lote baldío al lado.

“El que iba a mi derecha sacó una navaja de su bolsa y me dijo: ‘no opongas resistencia, chofer, y no te pasa nada, sólo queremos el dinero’. La verdad, lo primero que me pasó por la mente fueron dos compañeros que por oponer resistencia ya no están con nosotros”.

José Juan, taxista de 40 años, señala hacia un nicho que resguarda a la Virgen de Guadalupe. Rodeadas de flores y veladoras hay dos fotos de los taxistas fallecidos que quisieron ser valientes y se resistieron al asalto.

Sacó aproximadamente 800 pesos, lo que había reunido durante el día, la cartera y el celular.

“Por eso ya no me gusta trabajar tan tarde, por lo mismo, porque ya es peligroso. Yo termino de trabajar entre 8 y 9 de la noche entre semana. Ya he llevado varios sustos y prefiero empezar temprano y terminar temprano, y aun así me tocó de nuevo”, dice.

Casado y padre de cuatro hijos, José Juan, a pesar del miedo, dice que no dejará de trabajar en el taxi, ya que no sabe hacer otra cosa.

Confiesa que ha negado varias veces el servicio a gente que quiere ir a colonias como Menchaca, San José el Alto, Santa Rosa Jáuregui, Lomas de Casablanca y San Pedro Martir. “Son las colonias más cabronas”, dice.

Pide al gobierno implementar algunas estrategias para evitar los asaltos. Al mismo tiempo, confía en que el nuevo sistema de justicia que entró en vigor desde el pasado 30 de mayo ayude a encontrar y castigar más rápido a “los rateros”.

“Esperemos que con este cambio, de que vas a poder denunciar y que no vas a perder mucho tiempo, mejoren las cosas, porque antes ni denunciábamos porque era perder cuatro o cinco horas en el Ministerio Público. Dicen que ahora sí va a ser diferente”, comenta.

Google News

TEMAS RELACIONADOS