La tarde cae en la capital queretana y un aire frío comienza a sentirse en el ambiente, lo que no desanima a los seguidores del líder nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, que se dan cita en el Jardín de la Corregidora para escuchar su mensaje, en el cual llama a la unidad del partido en el estado y a trabajar de cara a 2018.
Alrededor de 200 simpatizantes del ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México se dan cita, aunque con el paso de los minutos van siendo más.
La visita de Andrés Manuel, AMLO o El Peje, como le dicen sus seguidores, es ocasión de negocio, dice Luis Adolfo, quien desde 2006 lo acompaña en sus viajes por el país.
Orgulloso, afirma que en todos estos años sólo una ocasión faltó a los eventos de AMLO.
Señala que las ganancias de la venta de libros, gorras, sombrillas, camisetas y otros productos, son para financiar el movimiento del líder de Morena. La mercancía se vende bien. En pocos minutos cinco libros y una sombrilla.
Un saxofonista ameniza los momentos previos al mitin. Luego, el maestro de ceremonias hace algunas trivias entre los niños, que aunque no pueden votar acompañan a sus padres.
Muchos adultos mayores se dan cita al evento, aunque también se ven muchos jóvenes y familias completas.
Poco a poco llegan las figuras políticas de Morena. La magistrada Celia Maya García, ex candidata del partido a la gubernatura del estado; el líder estatal, Carlos Peñafiel, así como la regidora capitalina, Nadia Alcántara, y la diputada Herlinda Vázquez.
También se ven a personajes de otros partidos políticos, como Mauricio Ruiz, quien fue candidato por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a diputado. Otros afirman que, oculto entre la multitud, está Diego Foyo, ex priísta que anunció la salida de su partido en fechas recientes y a quien se le vincula con Morena en una nueva etapa de su carrera política.
Los asistentes ya son más, algunas mantas aparecen en la parte de atrás. El maestro de ceremonias anuncia que el invitado principal llegó. AMLO arriba y la gente lo rodea de inmediato. Quieren estar cerca de su líder. Lo reciben con el grito de “presidente, presidente”. El ambiente es similar al de una campaña electoral. Algunos dicen que lo es, de alguna manera.
Abre el evento Peñafiel, abucheado por algunos asistentes, da la palabra a López Obrador, quien regaña al respetable que grita arengas contra el líder estatal, quien ya no toma la palabra.
Una mujer exacerbada lanza acusaciones contra Peñafiel, por lo que se lleva una mirada inquisitoria de su líder nacional y los gritos de “cállate, vieja loca” de los seguidores de El Peje.
AMLO dice que Morena es el único partido del pueblo y para el pueblo. Conmina a estar unidos y organizarse en comités seccionales, de cara al proceso electoral de 2018.
Sin embargo, entre la gente se reparten hojas en contra de la regidora en El Marqués, Elizabeth Pacheco Bravo, emanada de Morena y a quien acusan de traición al partido.
AMLO afirma que César Duarte y Guillermo Padrés son chivos expiatorios para dar la apariencia de que se lucha contra la corrupción.
De la victoria de Donald Trump, dice que buscará una relación de cooperación. “Vamos a convencer que no sirve construir muros ni deportar a los que por necesidad se van a buscar la vida a Estados Unidos”. Pide no adelantar vísperas y confía en que las declaraciones en campaña fueron una cosa y las acciones de gobierno serán otras.
Afirma que los líderes nacionales del PRI y PAN, Enrique Ochoa y Ricardo Anaya, respectivamente, están nerviosos por el avance de Morena, pues las encuestas lo colocan en primer lugar de las preferencias electorales, de acuerdo a sus números.
El mitin concluye ya con la noche encima. Los asistentes se marchan, algunos confiados en que esta vez ganarán la presidencia.