Daniel Miranda y Daniel Gómez, ambos de 23 años de edad, encabezan la empresa tecnológica Dood, la cual conecta a compañías con sus públicos meta, a través de distintas herramientas digitales. Ubicada en el Parque Tecnológico, Dood busca generar cambios a través de tecnología, por lo que para atender a sus clientes cuenta con una metodología y software propios.
Tras tres años de operación, la empresa emplea a 25 personas y genera ventas anuales por 5 millones de pesos.
La sociedad
Ambos Danieles coincidieron hace tres años, a la par que estudiaban Creación y Desarrollo de Empresas en el Tecnológico de Monterrey.
Miranda, quien nos recibe en el piso 6 del Parque Tecnológico, en la capital queretana, relata que Gómez tenía un proyecto de e-commerce cuando coincidieron en una materia de marketing digital.
“Nos juntamos para ver si echábamos a andar ese proyecto y cuando estábamos buscando quién nos hiciera la tienda no dimos cuenta que la gente se enfoca mucho en vender un producto pero consigue la tienda por un lado, hace la investigación de mercado por otro, contrata la publicidad por separado y la logística igual. Nosotros pensamos en que al juntar todo iba a ser imposible financiar el proyecto”.
Los ya socios optaron por conformar un equipo de mercadólogos, comunicólogos y diseñadores de software, pensando en ofrecer una solución completa a las empresas que buscan crecer a través de la web.
Los primeros meses nadie percibía recursos pero el proyecto comenzó a andar. Su primer cliente fue la propia cafetería del Tec. “No teníamos nada. Les hicimos una presentación en Word porque ni siquiera teníamos Photoshop. Compramos un logo de 500 pesos, hicimos la cotización y les vendimos la página web y el adwords. Les cobramos 25 mil pesos.
“Beto, que es ahora nuestro director de software, se enojó muchísimo. Dijo que cómo podíamos vender una página de tan poca capacidad en tanto dinero pero resulta que la cafetería, en la primera semana, estuvo en Google en primer lugar y vendió tres banquetes. Eso es lo que en realidad nos compran, no una página”.
Después trabajaron con Quesos El Roble, una empresa de San Miguel de Allende que produce lácteos. Mientras Gómez atiende a unos clientes Miranda continúa con la remembranza. Refiere que esta empresa vendía una tonelada al mes de queso y en este caso se enfocaron en buscar nuevos proveedores y nuevos distribuidores para la compañía.
“A ellos les hicimos el sitio, manejamos la parte de Facebook, publicidad, y en dos semanas ya tenían más de 35 correos, entre ellos uno de Volaris, en donde ofrecían poner sus quesos a nivel nacional. Se tardaban una hora en llevarlos a cualquier parte del país, refrigerados. Llegarían al aeropuerto y de ahí ellos podían sacar la logística.
“Se acercó gente que quería hacer estudios con los quesos para probar nuevos productos de tecnología para la parte de alimentos y en cuestión de ventas ya tenían interés para dos toneladas mensuales. Fue así como wow, espérate, porque para distribuir a todo eso ocupo empaquetado, análisis de calidad de los quesos y muchas otras cosas”.
A partir de entonces una parte fundamental del proyecto fue ubicar que los clientes realmente estuvieran listos para enfrentar estos niveles de crecimiento porque si no era el caso lejos de ayudarlos los expondrían.
Con esta experiencia lo que hicieron fue cambiar el enfoque, diseñar un sistema de calidad y comenzar a generar evidencia de qué funcionaba y qué no funcionaba.
A la fecha han colaborado con proyectos de Alemania y Estados Unidos, en el caso del primero con productos de tecnología alemana y en Estados Unidos colaborado con productos premium para lubricantes.
“La verdad es que esto ha crecido muy rápido. Hace un año éramos ocho personas y en este lapso de tiempo llegamos a ser hasta 33 porque llegamos a tener hasta 32 proyectos activos. Fue demasiado. Hubo un momento en el que hicimos un alto para reconfigurar”, comenta Miranda.
La empresa pinta para seguir creciendo. El nombre Dood nace de Daniel-Daniel y las dos “o” de Google, Facebook y Yahoo, empresas que han sido muy exitosas en la parte de tecnología, una cábala que esperan se cumpla.
En medio de todo
Daniel Miranda explica a través de un diagrama de Veen que Dood se encuentra en medio de las aceleradoras y desarrolladoras de negocio, de las agencias y de los big data, y de la parte financiera.
“No somos consultores pero en la parte de la estrategia se define todo el negocio, qué haces, qué tienes qué hacer, cómo se va a hacer y cómo se va a medir. En la parte de agencia nos comparamos porque los productos son de agencia pero integramos una estrategia. El departamento de mercadotecnia, por ejemplo, te hace un análisis de mercado, analiza fuentes secundarias, hace encuestas, focus group, sesiones de grupo, etcétera”.
Soporte analiza ofertas de páginas web, aplicaciones, tiendas virtuales y se encarga del software completo para una empresa. Comunicación hace fotografía, video, animaciones en 2D y 3D, diseño. Cuentan también con un departamento de análisis de datos, como parte del cual miden todo lo que hacen.
“Pasamos de la parte cualitativa a la parte cuantitativa. Dejamos de ver el anuncio, la visita, el like y empezamos a analizar todo eso qué representa en dinero. Hicimos este esquema porque nosotros tenemos la visión de que Dood sea una empresa que genere más negocios. Ocupamos tener ese equipo completo para poder manejar a Dood como una holding.”
Crecimiento
A nivel clientes Dood trabaja con un promedio de 25 clientes activos, aunque Miranda refiere que han tenido más de 50 proyectos desde que empezaron Dood, hace dos años.
En la actualidad la empresa está a punto de cerrar con la institución financiera Banregio, además de Abuelita’s Pizza y está en negociaciones con Scania, firma dedicada a la venta de camiones, autobuses y servicios en más de 100 países.
En un par de semanas Dood prevé concretar una inversión para financiar dos proyectos internos; el primero, una distribución de consumibles para hotelería con la que se proyecta manejar más de mil 500 marcas.
Miranda explica que diseñarán una plataforma digital enfocada al sector hotelero para hoteles, clientes y proveedores, creando así una empresa nueva que será propia.
El otro proyecto tiene que ver con Ángel González de la Tijera, un artista de hiperrealismo.
“Las obras de González de la Tijera están valuadas en más de 6 mil dólares cada una y llegamos a un arreglo para nosotros manejar toda esta parte y generar un esquema de sociedad.
“Son dos proyectos que ahorita estamos financiando con un esquema de micro inversiones que hicimos, dando rendimientos fijos mensuales que están garantizados con la parte de Dood. Lo que estamos haciendo ahorita es llegar a esto pero para llegar a esta parte de generar nosotros los proyectos ocupamos el equipo y por eso vendemos los servicios”, explica Daniel Miranda. Estos proyectos se lanzarían al mercado en octubre.
Horas vuelo
A Dood le gustan los clientes ya no Pymes sino firmas medianas o grandes que quieren llevar a su empresa a un siguiente nivel, ya sea e desarrollo de una nueva línea, distribución o lograr un mayor alcance en nuevos mercados. Los clientes y las posibilidades son infinitos.
“El mercado al que queremos dirigirnos para poder tener tiempo para nuestros proyectos son empresas que facturen más de 5 millones de pesos al año. Si tú lo ves en números, tenemos una base de datos de más de cinco mil empresas, ahorita”.
Miranda considera que una de las principales fortalezas de Dood es la prostitución del marketing digital. “Hoy en día cualquier persona te dice que lo sabe hacer. Sobre todo en la parte de social media dejan al sobrino o al ahijado, gente que creen que por saberle al Facebook les va a resolver las cosas. Las empresas tienen un departamento de mercadotecnia con una o dos personas a las que les piden hacer todo lo que nosotros hacemos con 20.
Agrega que “eso te habla de un mercado que está vendiendo porque es lo que la gente está buscando pero de cada 10 clientes que visitamos seis han tenido malas experiencias con marketing digital”.
Miranda advierte que muchos de los empresarios antiguos están a ciegas, pues tienen su sitio y lo utilizan como una tarjeta de presentación, sin muchas veces de ahí.
“Nosotros diseñamos sitios que son lo último en tecnología. En todas las páginas está corriendo un mapeo térmico para saber cómo se comporta la gente dentro del sitio, dónde da clic, dónde sube, dónde baja, cuándo sale, cuánto tiempo estuvo. Se compara la parte de analytics, la parte de Facebook, y para eso hicimos un software interno que mide todo lo que está pasando y que nos permite determinar en qué estamos bien y qué hay que corregir”.
Miranda concluye que si bien el tema del internet tiene 20 años, la parte digital, bien llevada, tiene menos de cinco.
Comenta que mucha gente se preocupa por la edad del equipo, al verlos a todos jóvenes. Les preguntan con qué experiencia les venden los que les venden. Daniel Miranda lo ve como horas vuelo.
Se pregunta quién tiene más experiencia, si un piloto de 70 años, que ha volado 5 mil horas en un modelo que ya no existe, o un piloto de 20 años que ha volado 3 mil horas en el último avión que hay en cuanto a tecnología. Concluye que es cuestión de horas vuelo.