La Defensoría de los Derechos (DDHQ) de Querétaro tiene que involucrarse en la vigilancia de los centros de rehabilitación conocidos como anexos e informar sobre los procesos que realiza como organismo, advirtió Alejandra Martínez, consejera de dicho instituto, quien indicó que el ingreso de una joven en uno de estos centros para “curar su homosexualidad” es la punta del iceberg de una problemática mayor.

No obstante, Martínez, también integrante de la asociación civil Aquesex, indicó que se debe esperar “un poco” para visualizar los resultados de la Defensoría pues, dijo, es necesario otorgar el beneficio de la duda a la actual administración debido al proceso de cambios internos.

“Hay que esperar un poco por el acomodo del organismo. Yo no sería tan crítica en este momento porque entiendo lo que implica el cambio después de cinco años, entiendo los reacomodos de personal y habrá que dar un tiempo para posteriormente pensar cómo está funcionando (…) podríamos dar unos seis meses para hacer un primer corte y pensar después de un año”, dijo.

“Ahora que entró la nueva presidenta, una de las solicitudes [del Consejo] es que se pueda informar cómo van o qué tipo de procesos llevan o se están llevando a cabo (…) Lo que es importante, como en muchos otros consejos, es que no sean contemplativos nada más o de adorno, sino que realmente tengan una función clara. El problema es que por sí mismas las leyes no posibilitan este tipo de acciones”, agregó Martínez.

En este sentido, señaló que el ingreso de una chica homosexual a este tipo de centros encargados de atender adicciones, debe generar una alerta sobre las situaciones que ocurren al interior de los anexos y sobre el tipo de personas que ingresan para rehabilitación pues, acusó, estas situaciones revelan una falta de vigilancia por parte de las autoridades.

“Me parece que ahí es que la defensoría tendría que estar vigilando lo qué está ocurriendo en el tema de las violaciones a derechos humanos, como es el caso de una chica que ingresa por su orientación sexual y si la aceptan en un centro de este tipo, ver cuál es la mirada qué se tiene de la homosexualidad, qué situaciones posibilitan este tipo de acciones y me parece que justo lo que se tiene que observar son las violaciones a los derechos y a la discriminación que existe”.

Según la más reciente información proporcionada por la DDHQ a EL UNIVERSAL Querétaro, se estima que en 2016 se atendieron seis casos de presuntas violaciones a derechos humanos en anexos. Fabián Hernández, visitador adjunto, señaló en su momento, que la mayoría de las denuncias hacían alusión a maltrato.

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