Antes de que abriera sus puertas no existía un lugar así en Querétaro, a tal grado que tuvo que permanecer un año cerrada, ya que no había licencia de funcionamiento en la cual pudiera catalogarse. Mujer Bonita, la sex shop más antigua del estado, con 16 años, se ubica en Río Ayutla.

El lugar es amplio, bien iluminado y limpio. Dan la bienvenida al lugar tres maniquíes con lencería sugerente y pelucas rubias. Atrás, una colección de ropa interior para caballero, en diferentes colores, tamaños y gustos.

No pueden faltar las muñecas inflables, los consoladores, vibradores, lencería temática, desde la tradicional enfermera hasta con los colores del equipo favorito, como Cruz Azul, Chivas y América.

Tampoco fallan las zapatillas de malla metálica y una sección especial dedicada a las pelucas, donde el surtido es vasto, variado y para todos los gustos.

Los vibradores, juguetes sexuales, consoladores, anillos estimulantes, condones, entre muchos otros productos se ofrecen en el lugar, que fue el primero en su tipo en la ciudad de Querétaro, cuya sociedad se caracteriza por su fuerte moral y religiosidad.

Israel Martínez y Arturo Raya, quienes trabajan en la tienda desde hace nueve y dos años, respectivamente, dicen que en un inicio les daba pena explicar dónde laboran. Actualmente, para la mayoría de la gente las sex shop son como cualquier local comercial.

“De inicio era un poco de pena hablar de este tema [de dónde trabajaba] con todas las personas, pero conforme pasa el tiempo te acostumbras, diario hablas de lo mismo con las personas”, explica Israel.

Arturo señala que el número de clientes que acude es variable, pueden pasar tres o cuatro horas sin que entre un cliente, “como pueden pasar tres o cuatro horas sin que se vaya”. El comentario genera la carcajada de Israel y otros dos empleados, un hombre y una mujer, quienes escuchan con una sonrisa en los labios.

Dicen que lo más vendido es la lencería, baby dolls, aunque todos los productos de la tienda se venden muy bien (vuelven a reír).

Arturo explica que sus clientes por lo regular van a comprar en pareja, en un ambiente que no tiene nada que ver con lo obsceno o lo grotesco; en ocasiones pueden estar cuatro o cinco parejas en un ambiente de tranquilidad.

“Lo que más se vende [además de la lencería] son los preservativos, métodos anticonceptivos, lubricantes y vibradores, varían de acuerdo al gusto y la solvencia económica. Hay un vibrador desde 120 hasta otro de 5 mil pesos”, apunta.

Agrega que hasta para eso hay moda. Explica que hay un vibrador de “tecnología de punta”, que se activa a distancia mediante una aplicación para celular.

La mejor época del año para la ventas en Mujer Bonita es el 14 de febrero, además de las fiestas decembrinas, aunque en esta última lo que compran los clientes son más regalos simbólicos, como cajetillas de cigarrillos que se abren y de la cual sale un pene.

Arturo dice que en diciembre se ve mucha gente en la tienda, pero sus compras no pasan de 150 pesos, “pues el intercambio era de esa cantidad”. Pueden haber mucha gente en esa época, “pero se llevan una paleta de 12 pesos, en forma de pene o vagina”.

A pesar de la moral tan conservadora de la sociedad queretana, no son mal vistos por los vecinos, incluso, algunos de ellos trabajan en la tienda por temporadas, señala.

“Vecinos que andan en las fiestas patronales, que son muy tradicionales, entran con su alcancía para pedir. Como el patrón los apoya con cosas para las fiestas. O sea, con dinero para las fiestas, no con juguetes, [carcajadas] para las festividades, no es mal visto. Ya sabrás si tenemos problemas”, comenta.

Asevera que para este tipo de tiendas se requiere de una licencia. Aunque en un inicio no había un rubro específico para el documento, esto cambió con la administración pasada y ahora hay muchas sex shops en la ciudad.

“Esta fue la primera de Querétaro. Estuvo clausurada un año. Cerrada totalmente, hace 16 años, en 1999. Estuvo cerrada un año porque al principio no había licencia para este giro. Abren muchas, pero cuánto duran”, dice.

Se dice que la esposa de un funcionario de la época era muy apegada a la religión, lo que propició que Mujer Bonita estuviera cerrada en su inicio de operaciones, refiere.

Menciona que la clientela es variada, ya que también venden productos como platos, popotes, vasos para despedidas de solteras, siendo también uno de los “fuertes” del lugar.

Arturo subraya que la discreción en este trabajo es fundamental, pues a los clientes que se encuentran en la calle “ni siquiera los conocen. Pueden venir con una pareja hoy y no podemos decirle si se va a llevar lo mismo de la vez pasada [con otra pareja]”.

Destaca que de lunes a jueves es habitual que grupos de mujeres se citen en la tienda después de dejar a sus hijos en la escuela: “Se citan y se van porque tienen que ir por sus hijos, porque todo ese rato están echando relajo ¿Qué compran? Un lubricante de 25 pesos, pero regresan porque se la pasan a gusto”. Además, estudiantes universitarios suelen visitar la tienda, pero no compran mucho.

Subraya que para funcionar deben de contar con ciertos lineamientos, ya que sus productos, al considerarse de uso íntimo, deben cumplir con ciertos estándares de salubridad.

Google News

TEMAS RELACIONADOS