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Se rompe la maldición de Columbus

El capitán de la Selección rompe con la mala racha en Columbus

FOTO: Archivo El Universal
12/11/2016 |02:05
Redacción Querétaro
RedactorVer perfil

Columbus.— La maldición se terminó y no hubo nadie mejor que él para hacerlo.

El emblema, el símbolo, el mejor jugador de los últimos 20 años en México, el capitán de Rafael Márquez lo logró, le dio el triunfo a la Selección Nacional Mexicana en Columbus, quince años después de la primera derrota, en la quinta visita el MAPFRE Stadium.

Con el juego empatado a un tanto y ya con el reloj encima, vino un tiro de esquina cobrado por Miguel Layún a primer poste a donde apareció el cuatro veces mundialista para peinar la pelota lo suficiente para techar a Brad Guzan y hacer callar a todo Estados Unidos.

Gol de gloria, gol de triunfo, gol de reivindicación para el proceso de Juan Carlos Osorio y hasta de revancha para los mexicanos que están dolidos por el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Triunfo que termina con los cánticos burlones estadounidense y que hace dar al Tri un paso firme en el inicio del hexagonal final de la Concacaf.

Triunfo que sabe a gloria. Y todo por el gran capitán.

Extraña formación la que de inicio utilizó Juan Carlos Osorio. Una línea de cinco “mentirosa” con Carlos Vela por la derecha. Con Andrés Guardado de contención solitario y con Jesús Manuel Corona de extremo izquierdo, contra un 4-4-2 tradicional presentado por Jurgen Klinsmann.

Le funcionó al colombiano, aunque trabajo le costó.

México recarga su juego por la izquierda, donde tiene más gente. Por la derecha, el “lateral” Carlos Vela se encuentra solo, esperando que le llegue una pelota para intentar el mano a mano.

El plan de Juan Carlos Osorio de inicio funciona. El Tri es dominador, dueño de la pelota y los tiempos. Pero ¿cuántas veces se ha visto ya esa película?

El juego se traba y los ánimos de caldean. Brooks ve la amarilla por patear al “Chicharito”’, Vela humilla a dos estadounidenses por la banda y como recompensa recibe patadas que el árbitro guatemalteco decide no marcar.

El clásico de la Concacaf está más vivo que nunca.

Hasta que Gio la toma, pelea con Bradley y sale vivo con la pelota que le cae a Miguel Layún, quien dispara raso, el balón le pega a un defensa estadounidense y lo esquina evitando la mano de Howard. La red se mueve por primera vez en quince años en Columbus por culpa de un mexicano (19’).

México es más, va al frente. Vela remata con la cabeza, la pelota pasa a Howard pero pega en el poste.

Mas la mala noticia llega, tenía que llegar. Guardado se tira en el medio del campo. Se duele demasiado, pega con el puño en el piso. Es irremediable. Pide su cambio.

Carlos Salcedo tiene su prueba de fuego y entra por el lesionado. Márquez pasa a hacer las labores de Andrés. Habrá mayor circulación, pero menos recuperación en media cancha.

Otra vez el Tri sufre a pelota parada. En segunda jugada Reyes no puede cortar y Moreno salva en la línea.

La mala suerte cambia de lado. Ahora Tim Howard se lesiona al despejar un balón. El legendario portero se va y le da su lugar a Brad Guzan. Brooks abusa de Javier Hernández y el silbante guatemalteco Walter Quezada le perdona la segunda amarilla y enseguida la roja a Jermaine Jones por “segadora” sobre Corona.

El primer tiempo termina con un equipo mexicano jugando casi a la perfección. Todos hicieron su trabajo, lo único para temblar era cada vez que Diego Reyes tocaba un balón.

Talavera se equivoca en la salida y pone a temblar a los pocos mexicanos que se encuentran en el MAPFRE Stadium en el inicio de la segunda parte.

La defensa sufre otro cambio. Reyes, amonestado, da su lugar a Hugo Ayala y en la primera que tiene deja pasar a Altidore, para que conduzca ante Bobby Wood que en el área chica cruzó a Talavera (48’). El estadio estalla. El “USA... USA” se vuelve a a gritar, esta vez más fuerte.

El equipo de Osorio no reacciona al golpe. Los trazos ya no son seguros Los movimientos ya no son con la confianza de la primera parte.

Columbus… hay problemas.

Estados Unidos sigue dominando, tira cada vez más seguido a puerta de Talavera y Osorio no reacciona desde la banca. Sólo le queda un cambio.

Carlos Salcedo se calienta con Pulisic. Vela da una patada a Besler, quien en minutos se la cobraría. El juego se escapa de las manos al guatemalteco.

Osorio al fin manda mensaje: Hirving Lozano recibe la oportunidad de ser el héroe, de cambiar la cara del equipo mexicano, metido en peleas de barrio y dudas defensivas.

Minuto 89. Todo parece que quedará empatado, pero no. Llega Márquez y cambia la historia, cambia las burlas por silencio. Sólo un sector verde brinca en la tribuna. La maldición ha terminado, con todo y Trump.