En Querétaro, la minería, que se practica principalmente en los municipios de las zonas del semidesierto y la Sierra Gorda, es una actividad de alto riesgo, debido a que los mineros trabajan en su mayoría sin protocolos de seguridad, lo que los coloca en el riesgo cotidiano de perder la vida.

La delegación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) precisó que en donde existe más riesgo es en la extracción de mercurio de forma clandestina, actividad que se da principalmente en los municipios de Cadereyta, San Joaquín, Penamiller y Pinal de Amoles.

Aunque también en otras demarcaciones como Colón y Tequisquiapan se trabajan productos mineros como oro, plata, cobre y el mármol.

La Secretaría del Trabajo indicó que no se tiene identificado el número de minas que operan en la entidad, debido a que gran número se encuentran en la clandestinidad, lo que genera que 90% de los empleos que hay en este sector se encuentren en la informalidad.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se tienen registradas en Querétaro cerca de mil 700 personas que se emplean en la minería, sin embargo, la dependencia calcula que hay otros ocho mil mineros que desde la informalidad extraen principalmente mercurio, “ellos no tienen ningún tipo de prestación o seguridad social”.

El encargado del despacho de la delegación de la STPS, Gaspar Ramón Trueba Moncada, refirió que el tema de los mineros en el estado de Querétaro es complejo y grande, “es una profesión de alto riesgo, pues todos los días los mineros que se meten a un socavón se encuentran arriesgando su vida. El minero siempre está expuesto a perder su vida”, señaló.

Hay muchos accidentes, no se tiene el número exacto, hay una cifra negra debido a la clandestinidad con la que operan las minas, dijo, porque se meten a los socavones “y no respetan los protocolos de seguridad, muchos de ellos se meten a la aventura, inhalan gases y después fallecen”.

El funcionario agregó que “en esta informalidad que se da en la extracción de mercurio, hay mineros que se meten a los socavones por su cuenta pero hay otros que se contratan con algún patrón y además les pagan con mercurio, lo que además genera que se abarate el precio del mineral, pues se los llegan a pagar en poco más de 300 pesos el kilo, cuando su precio de mercado sobrepasa los mil pesos”.

Lo lamentable, subrayó, es que a los mineros les dan el mercurio en piedra como pago y ellos lo funden en las cocinas de sus casas, proceso que daña la salud de ellos y de sus familias, debido a que se inhala plomo, “y ya después los mineros venden el mineral por su cuenta, muchas veces lo malbaratan”, refirió.

Por eso, resaltó que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social ha realizado una tarea de acercamiento con los trabajadores de las minas “para capacitarlos en materia de manejo de explosivos y trituración de rocas”.

De acuerdo con los registros de la Secretaría de Economía, se tienen 470 minas concesionadas, de las que 50 se encuentran activas lo que les permite contar con todos sus permisos incluyendo los fiscales.

“Y por otro lado, hay un número, muy grande, que desconocemos, pero que operan en la clandestinidad, son socavones de los que se extrae mercurio”, destacó.

Extraen plata y oro. Precisó que en Querétaro hay dos minas grandes: Peña de Bernal y la Negra, las cuales son de capital canadiense, y en ambas extraen oro y plata.

Los pequeños mineros carecen de mucha capacitación en temas de seguridad, subrayó Alejandro Mares, gerente de la mina Peña de Bernal, ubicada en el poblado de San Martín, en el municipio de Colón, que es operada por el grupo canadiense Starcore Internacional Mines Ltd.

Antes que la producción, aseguró, que lo más importante es la seguridad de los trabajadores en la mina Peña de Bernal, “por eso damos constantemente platicas, cursos y asistimos a foros e incluso estamos dispuestos a capacitar a los pequeños mineros”.

Los riesgos que trae a la salud el trabajo en la minería, cuando se realiza en la clandestinidad, destacó Mares, van desde perder el oído por el ruido de las máquinas, además de que se tiene el riesgo de que los pulmones “se taponeen por el polvo y también los huesos se afectan por los gases que se inhalan”.

Al mes, precisó, que la mina Peña de Bernal emplea a 300 personas en el estado de Querétaro y por otro lado extrae 26 mil toneladas mensuales de plata, “nosotros aquí sacamos la barra y la mandamos a un refinadora que se encuentra en Canadá o Italia”.

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