San Juan del Río

Cada noche, centenares de personas aguardan en los hospitales, atentos a noticias alentadoras sobre el estado de salud de sus familias o con la angustia de recibir pronósticos poco favorables. La tortuosa espera se ha vuelto más llevadera desde que en San Juan del Río se puso en marcha el Club de la Torta, un esquema de apoyo alimentario para los familiares de los internos y al que se han sumado diversas agrupaciones e instituciones de asistencia.

Desde hace más de tres años, grupos integrados por ciudadanos, corporaciones de emergencia y asociaciones civiles se organizan para llevar alimento a las personas que pasan la noche en los fríos pasillos de los hospitales y no quieren alejarse, por esperar noticias sobre algún enfermo.

El Hospital General de San Juan del Río y el Hospital número Tres del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han abierto sus puertas para que los familiares en espera reciban modestos paquetes consistentes en tortas, postres y café, lo que alimenta es la intención y la calidez con que los miembros del Club de la Torta otorgan estos apoyos.

El proyecto lo inició Denisse Chávez, quien vio la necesidad de asistir a personas que se encontraban en los hospitales a la espera de sus familiares y que podrían pasar horas en estos sitios sin probar alimento.

Denisse comenzó con sus amistades este proyecto; una vez al mes se reunían para adquirir los ingredientes para preparar las tortas y algún postre para los niños que acompañaban a algunos adultos en los sanatorios.

Para hacer posible esta labor de apoyo, se presentó el proyecto a directivos de los centros hospitalarios, quienes permitieron el acceso de personas ajenas, siempre que se respetaran las áreas restringidas. Así se fueron sumando más colaboradores.

Ya son 12 clubes

La cantidad de personas que esperaban todas las noches en ambos hospitales obligó a incrementar los apoyos alimenticios, fue entonces cuando Denisse pensó en conformar varios grupos que se organizaran un día al mes para llevar alimento a familiares de pacientes. El objetivo es sumar más personas hasta conformar 31 clubes para que todos los días del mes se puedan llevar alimentos a los hospitales.

Por ahora se han constituido 12 clubes que tienen asignado un día al mes para llevar tortas a los hospitales. Entre las agrupaciones que apoyan esta causa se encuentra la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, Club San Marcos, Club Abasolo, Club Valenzuela, Imparables y Operación Sonrisas, esta última es un grupo de jóvenes vestidos de payasos que además acuden cada fin de semana al Hospital General a animar a los enfermos.

La entrega de alimentos más reciente estuvo a cargo de los Bomberos; a través de su patronato reúnen recursos y voluntades de particulares para comprar jamón, frijoles enlatados, verdura, aderezo y pan para preparar las tortas en la estación de la corporación. A los elementos de la institución los acompañan sus hijos en la elaboración de alimentos que entregarán a personas que esperan en los hospitales.

A las siete de la noche, las bolsas están listas para ser repartidas entre familiares de los pacientes. Los bomberos van hacia el Hospital General. Se trasladan en un camión de la corporación para en caso de emergencia y no desatender su responsabilidad de velar por la seguridad de los ciudadanos ante algún incidente.

“Cada entrega es como si fuera la primera, la gente se sorprende de ver que los bomberos llegan a entregar un alimento, a veces nos encontramos con grupos independientes que por iniciativa también llevan alimentos a la gente de los hospitales, entonces nos organizamos para distribuir bien los paquetes y nadie se quede sin nada, le comentamos a Denisse para que los invite a sumarse a otros clubes”, comenta Tania Ruiz, presidenta del Patronato de Bomberos.

Son 250 tortas las que en promedio reparte cada club en los hospitales, los días del mes asignados por Denisse. Cuando sobran alimentos, se dirigen a casas-hogar de la ciudad para no desperdiciarlos.

Aunque los alimentos son modestos, las personas los reciben con lágrimas en los ojos, con una mezcla de angustia por no saber de la salud de los suyos y de agradecimiento porque personas ajenas a sus penas se acercan a entregarles una torta o un dulce en la larga espera en los hospitales.

Los bomberos se sumaron al Club de la Torta desde hace cinco meses, pero otras instituciones como Cruz Roja llevan más tiempo apoyando a esta labor voluntaria.

El Hospital General y el del IMSS han sido elegidos por el Club de la Torta debido a que en éstos se concentra el mayor número de personas enfermas de la región.

Para los bomberos, la labor que realizan en el Club de la Torta se suma a sus actividades cotidianas de proteger a las personas presentes en accidentes. Es un trabajo que aprecian porque les permite tener contacto con quienes pasan por momentos difíciles en un hospital, a quienes les cambia el ánimo al recibir un gesto de apoyo de personas extrañas.

Para la organizadora de este proyecto, es satisfactorio ayudar de manera desinteresada a quienes sufren por la salud de los suyos y no pueden salir a comer, y que además de una torta, reciben palabras de aliento de los clubes. Denisse espera que se organicen los 31 clubes para seguir brindando alimentación en los hospitales.

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