Limpiar los drenes no sólo permitirá prevenir inundaciones, también implicará brindar mayor seguridad a las familias de la capital; esto, gracias a la participación de 300 mujeres y hombres que trabajan en la rehabilitación de estos cuerpos de agua.

Algunos lo hacen por “amor a Querétaro”, como ellos mismos dicen en los testimonios que reflejan su interés, no sólo por tener un ingreso económico o por su trabajo; sino por brindar mejores condiciones de vida para los que viven en la capital.

Ése es el caso de Azalia Rivera de Anda, quien el 23 de octubre comenzó con las brigadas de limpieza en el dren Jurica. Dedicada al hogar, se dijo satisfecha por lograr un empleo, que además les está dando satisfacciones distintas a las del trabajo en casa.

“De hecho encontramos cuatro alicantes, y esta limpieza ayuda mucho más que nada a gente que cruza para ir a sus trabajos, ya no corren riesgo de un animal que les pique o un asalto, como todo está limpiecito, destapado, ya pueden caminar con tranquilidad, sin que corran algún peligro”, dijo.

Se muestra alegre y se dice contenta cuando menciona cómo han quedado los drenes, después de que estaban llenos de maleza; lo que más trabajo les ha costado, señalan, es realizar el retiro de ramas como enredaderas y árboles grandes.

En entrevista, pidió a los ciudadanos cuidar las calles y los drenes, e hizo una invitación para que no tiren basura en lugares que no están diseñados para contener desechos.

Todas las mañanas se levanta 15 minutos antes de las 5 de la mañana, sin embargo se trata de un acto que hace con gusto.

“Le agradezco a Marcos la oportunidad, a la gente que nos ayudó a meternos; mi vida ha cambiado bastante, llego con alegría a mi casa, muy contenta; más que nada por la gente que ya va a pasar tranquilamente. Ahorita le encuentro un sentido a mi vida”, dijo.

Los trabajadores se dicen conscientes de la importancia que tiene su trabajo para prevenir problemas de inundaciones, y para muchos, ésta ha sido una oportunidad para llevar recursos a sus hogares, después de un periodo de desempleo; y para otros más allá de un trabajo, este esfuerzo forma parte de su aprendizaje y crecimiento personal.

En estas jornadas se han recolectado 67 toneladas de basura; y el municipio de Querétaro ha generado 300 empleos temporales; trabajadores que estarán por dos meses con jornadas intensivas de limpieza.

El entusiasmo con que los trabajadores desarrollan sus labores se refleja en el ritmo con el que avanzan en esta limpieza que ha sido supervisada por el presidente municipal de Querétaro, Marcos Aguilar Vega.

En el trabajo diario, la jornada comienza a las 6 de la mañana, y durante el día sólo toman un descanso de media hora para ingerir alimentos.

Isidoro Olvera es otro de los trabajadores de limpia; reconoce el interés de esta administración municipal para que la ciudad se mantenga limpia; es casado y tiene tres hijos y esta oportunidad de trabajo le ayudará a solventar un periodo de desempleo por el que atravesaba.

“No tenía trabajo y de hecho, a mí siempre me había interesado formar parte de este tipo de trabajos. Servir a la ciudadanía, porque es una forma de servir. Yo pienso que cualquier trabajo es bonito y es importante siempre hacerlo con gusto”, comentó.

Además de maleza y basura, Isidoro comparte que han encontrado fauna, pero esta es respetada, “de hecho hace ratito salió un tlacuache aquí adelante, y lo echaron para allá, pues tenemos que cuidarlos”.

Otro caso es el de Irene Fonseca Navarrete, quien forma parte del equipo de Servicios Públicos Municipales; desde hace siete años , colabora con el equipo que trabaja en el mantenimiento de Parques y Jardines.

Comparte que en algunos drenes entre los que han limpiado han encontrado llantas, sillones y otro tipo de basura. En otros, como el dren Jurica, prácticamente es maleza y árboles enormes en medio del dren, lo que también han tenido que retirar.

Muchas son las historias de personas que están sumadas a esta labor, en la que su objetivo principal es conseguir un ingreso para sus familias, pero también se llenan de orgullo por la relevancia e impacto que su trabajo dejará para la sociedad queretana.

Ismael es de nuevo ingreso, y está listo para continuar con la limpieza en todos los drenes, pues aunque trabaja por su cuenta, comparte que el trabajo a escaseado, por lo que decidió tomar esta oportunidad.

Con poco menos de 17 años trabajando en Servicios Públicos Municipales, en el área de Parques y Jardines, don José Santos García habla del estado de abandono en que se tenía a este dren: “estaba horrible, había de todo, pasto, palos, de todo”, señala.

Don José, aunque es potosino, lleva 43 años viviendo en Querétaro, y ahora que ha iniciado en estas jornadas, se levanta a las 4 de la mañana y camina para llegar a tiempo al lugar de la cita, pues siempre llega a tiempo para seguir con estas labores que considera de gran importancia para los ciudadanos. El riesgo es latente: hay espinas, animales, pero él sabe que aun con todo, “hay que seguir”.

“Cuando llegamos a la bodega todos somos compañeros, pero ya llegando acá somos hermanos, hay que echar la mano uno con otro para salir adelante. No porque no lo conozco no le voy a ayudar, al contrario: le voy a ayudar más”, comparte sobre el ambiente de trabajo en el grupo.

En otro punto de la ciudad, Miriam Granados Mendoza, una joven de apenas 24 años que vive en la colonia Las Américas, comenta que aunque no tenía experiencia previa en este tipo de trabajos, ha aprendido, por lo que expresa su agradecimiento por la oportunidad que tuvo para trabajar en estas jornadas.

“Estamos muy unidos, los que ya tienen tiempo nos enseñan; uno pensaba que esto era más complicado, pero con la ayuda de los mismos compañeros, se hace más fácil”, destaca.

Botellas de plástico, troncos y animales muertos, son algunas de las cosas que dice, han encontrado; a los ciudadanos envía el mensaje de ayudar a mantener los drenes limpios para que no se inunden las colonias.

Quien se identifica como Jordán Por su parte, Iván Ruiz Chino ingresó a laborar hace 15 días, es integrante de la brigada de eventuales, y comparte su satisfacción por todo lo que ha aprendido, pues, señala, él llegó “sin saber usar la máquina”.

“Gracias a todos compañeros que le hemos echado ganas, hemos dejado limpios los drenes y sí ha cambiado, aunque salgan víboras y una que otra avispa, aquí estamos”. A él le ha tocado recorrer todos los drenes y asegura que se ha notado la diferencia.

“Le he tomado mucho cariño porque desde que uno no trabaja dice: nada más se la pasan haciéndose, pero ya estando aquí, se ve la diferencia, el trabajo, el esfuerzo que le dedican diariamente, y aprende uno a no prejuzgar a la gente”, dijo.

Acepta que es una labor pesada pero bonita, porque ayuda a mantener limpio Querétaro. Él salió de un almacén, donde laboraba sentado frente a una computadora, y decidió salir a “empezar de abajo”, motivado por el interés de aprender.

“Ya llevaba cinco años de almacenista, ya era tedioso, ya había subido escalones, ya estaba de encargado y me dicen: hay una oportunidad en el municipio, tú verás si te avientas y pues me aventé y ahora estoy aquí”, comparte al señalar que es padre soltero, y que a su pequeño de 7 años le inculca valores como el trabajo.

“Me ha tocado, ahora cuando me subo a los camiones que las personas hacen caras así como de ‘ah ya se subió un mugroso’, si vieran el esfuerzo que hacen aquí y toda la dedicación que le damos y brindamos a nuestro estado, yo creo cambiarían su actitud”, dijo.

En su segundo día de trabajo, Carlos Torres comparte la misma experiencia que sus compañeros: mucha maleza encontrada en los drenes, una jornada que inicia a las 6 de la mañana y la satisfacción de ver limpios estos drenes. “Yo tengo la misión de dejar lo más limpio que se pueda el área que tengo destinada al trabajo”, y una oportunidad después de dos meses de desempleo.

La maleza, piedras, troncos y basura, es retirada en camiones que pueden cargar hasta dos toneladas y media y en los espacios donde no puede ingresar la máquina retroexcavadora, los tienen que llenar “a mano”, explica José Antonio Aguilar.

Se trata de historias que están dejando huella en la ciudad, personas de todos los días con nombres y apellidos, con rostros que están cambiando la cara de un Querétaro que por muchos años sufrió el abandono en algunas zonas; los drenes, resultan vitales para contener los posibles daños derivados de precipitaciones que históricamente aún en niveles bajos han dañado a los queretanos. Redacción

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