A principios de 2013, después de oír por la radio que el presidente Enrique Peña Nieto iniciaba un plan llamado Cruzada contra el Hambre, Elena Sánchez Ruiz llegó hasta la alcaldía de Huimilpan, con objeto de entregar una carta que elaboró en un escritorio público.

“[Quiero] solicitarle su apoyo con un cuarto, ya sólo vivo con mis dos hijos menores y el cuarto que tengo está en muy malas condiciones, ya que en tiempo de lluvia el agua se mete por todos lados, no cuento con luz eléctrica ya que mi esposo nos abandonó y no me apoya y yo no cuento con ningún ingreso”, rezaba el escrito, hecho para enviarse al mandatario federal, aunque por sugerencia del escribano fue dirigido a la entonces alcaldesa, María García Pérez.

Residente de San Ignacio, ranchería huimilpense con 800 habitantes, Elena cuenta con cierto entusiasmo a EL UNIVERSAL Querétaro cómo fue que conoció a Peña Nieto. “Me agarró de las manos y me dio mi abrazo”, durante un mitin de la campaña presidencial, recuerda.

El encuentro con el ahora presidente de México dejó un buen recuerdo a esta mujer de 48 años, quien comenta que sí llegó a creer que su petición sería atendida; sin embargo, para su desazón, no ha obtenido respuesta.

“Diosito no me deja rendir, porque si no ya no vendría yo a pasar vergüenza”, expresa Elena, quien atesora la copia del escrito como si fuera un papel de identidad y, con este, acude a todos los actos de tipo asistencialista que se celebran por su pueblo, ya sea que los organice la edil, los gobiernos estatal y federal, o bien, los partidos políticos.

“Quien sea, pero que me apoye, porque ya no sé qué hacer”, añade la desempleada, no sin el rubor de sentirse –así lo dice ella, con extrema humildad– “una pedinche.”

Al margen de la cruzada

A cuatro años de que inició el programa emblemático de la gestión peñanietista, al menos 28 mil 155 huimilpenses (67.3%) en situación de pobreza no han podido obtener las tarjetas denominadas Sin Hambre, mediante las cuales obtendrían transferencias monetarias por 680 pesos mensuales, para adquirir en las tiendas Diconsa productos básicos a precio reducido.

Un número equivalente de habitantes de este municipio tampoco cuentan con registro para lecherías Liconsa, donde podrían adquirir cada litro del producto por precios que fluctúan entre uno y ocho pesos, en virtud del grado de marginación que padecen sus comunidades.

Huimilpan es uno de los once municipios de Querétaro que aún no han sido inscritos en la Cruzada contra el Hambre, aún cuando 13 de sus localidades sufren carencias por acceso a la alimentación (34.7%) y de servicios básicos en vivienda (29.7%), según cifras de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Comunidad situada a sólo 35 kilómetros de la industrializada capital queretana, este ayuntamiento espera su turno para ser incorporado a la Cruzada, aunque especialistas prevén que la población deberá esperar un largo periodo, dado que municipios como Tolimán, Landa de Matamoros y Peñamiller ya lo anteceden en la fila y con cifras de empobrecimiento aún más elevadas.

Actualmente, sólo Santiago de Querétaro, El Marqués, San Juan del Río, Colón, Cadereyta de Montes, Pinal de Amoles y Amealco de Bonfil reciben los beneficios que otorga la Cruzada; no sin por ello quedar exentos de carencias alimentarias, por falta de servicios de vivienda o por acceso a los servicios de salud, entre otras, según se advierte en datos oficiales.

Se agrava el hambre

EL UNIVERSAL Querétaro comparó las últimas cifras municipales de pobreza (2010) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) con los datos recientemente publicados por la Sedesol en su Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2016.

Si bien este último informe se considera “preliminar”, dado que el Coneval aún no presenta sus “cifras calibradas” 2016, la comparación referida deja ver que con excepción de dos municipios que tuvieron discreta mejoría (El Marqués y Colón), los 16 ayuntamientos restantes han sufrido en los últimos cinco años un agravamiento de sus carencias alimentarias y de vivienda.

Las cifras comparativas del periodo 2010-2015 muestran que la pobreza se ha agravado, inclusive en cinco de los siete municipios que sí se encuentran dentro de la Cruzada: Querétaro, San Juan del Río, Cadereyta, Amealco y Pinal de Amoles.

Los municipios donde el hambre se ha venido incrementando en mayor medida son: Amealco, que pasó de tener carencias alimentarias del 33% durante 2010, para tener 50% al concluir 2015. En el mismo orden están: Pinal de Amoles (31-45%), Tolimán (21-45%), Cadereyta (19-42%) y Landa de Matamoros (27-42%).

El comparativo que presentó este diario muestra además respectivos aumentos de la población general en las demarcaciones industrializadas, tales como El Marqués, Corregidora, Querétaro, Tequisquiapan, Cadereyta y San Juan del Río, así como decrementos en aquellos municipios que tienen menores fuentes de empleo, como Landa de Matamoros, Pinal de Amoles y Amealco.

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