Instituciones educativas como la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y el Tec de Monterrey campus Querétaro se estarían sumando a la Dirección de Ecología del municipio capitalino, con el objetivo de realizar un estudio en las siete delegaciones y la frecuencia en que se presentan problemas de contaminación auditiva y afectaciones por olores.

Dichas instituciones estarían trabajando con la intención de que el municipio pueda obtener un respaldo científico de la situación que se presenta en la entidad sobre ambos tipos de contaminación, y de este modo impulsar modificaciones a las normas federales en materia de ruido y de malos olores; ya que, a decir del titular de la Dirección de Ecología, César Chávez Nava, no se especifica cuáles son los motivos de sanción cuando se presenta una denuncia.

En lo que respecta a la contaminación olfativa, el funcionario señaló que las principales denuncias que se reciben son ligadas a los malos olores que proceden a las alcantarillas, en diversas zonas de la ciudad; sin embargo, explicó que dicha situación es de competencia estatal, y le corresponde a la Comisión Estatal del Agua (CEA) trabajar en la resolución del problema, “normalmente se tienen dos a la semana, pero en la temporada de calor aumenta hasta cinco denuncias”.

En este sentido, el director detalló que cuando se recibe una denuncia de mal olor, la dependencia podría actuar de manera subjetiva, puesto que no se estipula explícitamente cuál es un mal olor. “Vamos a iniciar el acercamiento para promover esta norma porque la desventaja es que no existe una en el estado”, afirmó.

En lo que respecta a la investigación por ruido, se estarían enfocando los esfuerzos en el centro histórico, pues es donde se presentan mayores problemas de ruido vehicular, sin embargo, para lograr hacer un mapa de ruido, también la Dirección de Ecología solicitó que se compararan otras delegaciones, e inclusive otros ayuntamientos. “Se van a fijar algunas zonas del centro histórico para hacer un muestreo del ruido vehicular”, afirmó Chávez Nava.

Igual que en el tema de los olores, aunque la norma es federal y el gobierno estatal tiene la obligación de hacerla valer, el municipio podría brindar una opinión técnica para que se moderen algunas circunstancias que provocan el ruido vehicular, situación que afecta la capacidad auditiva, en corto y mediano plazo, dependiendo de la intensidad del ruido, “aunque es federal y la ejecuta el estado, el municipio tendría el sustento científico para hacer la propuesta de una modificación”, apuntó.

Entre las medidas que se podrían aplicar para disminuir la incidencia de los ruidos altos, es incrementar la vigilancia, además de obligar a los vehículos a que cumplan con medidas más estrictas de verificación. “Si encontramos que está demasiado elevado, podríamos proponer algunas medidas como la regulación vehicular”, afirmó el director de Ecología.

Actualmente sólo en Europa se cuentan con este tipo de estudios en materia de contaminación auditiva y de malos olores, por lo que César Chávez reiteró la importancia de que se implementen estas acciones, aunque explicó, que el compromiso únicamente sería dejar las bases del proyecto y le tocaría a la próxima administración apuntalarlo. “La intención es dejar sentadas las bases, para que sea la siguiente administración la que efectúe los trabajos”.

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