Más Información
El Presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional en Querétaro, Martín Arango, exigió al gobierno federal desviar el transporte de carga pesada de la autopista federal 57 y mostrar voluntad real para resolver el caos vial que padecen miles de familias, transportistas y usuarios de esta vía, que sigue convertida en un embudo interminable a costa de la economía y la seguridad no solo de queretanos, si no de miles de mexicanas y mexicanos que transitan diariamente por ahí.
“No entendemos la absoluta falta de voluntad para sentarse a dialogar con los particulares y convenir que el uso de los libramientos no represente un costo extra para el transporte de carga pesada. Opciones hay, pero como siempre han decidido caminar por la opacidad y el caos”, señaló el dirigente estatal.
Esto después de que el delegado de la Secretaría de Gobernación en Querétaro asegurará que no se puede obligar a transportistas a usar los libramientos alternos, aunque esto signifique hasta 40 minutos menos de retrasos para los propios transportistas, sin contar el número de incidentes viales y pérdidas de vidas humanas que se evitarían, pues Martín Arango recordó que en la mayoría de accidentes con víctimas mortales hay un vehículo de carga pesada involucrado.
El Dirigente estatal también subrayó que Gobierno Federal, al ser la autoridad encargada de esta vía, bajo el principio de seguridad de todas las personas que transitan la autopista 57, sí puede obligar a los transportistas de carga a desviarse, generando alternativas que descongestionen la vialidad, sobre todo cuando se trata de la principal arteria carretera del país. “Lo que estamos viendo es que la negligencia y el desinterés tienen secuestrada esta vía que conecta a todo México, y el gobierno federal parece conforme con el desorden”, afirmó.
Finalmente, reconoció que por lo menos en esta etapa se esté trabajando siete días a la semana y en varios turnos, aunque aclaró que esto no es un logro que deban presumir, sino una obligación mínima con la ciudadanía. “Hace apenas unas semanas trabajaban solo cuatro días. Es inaceptable. La gente no merece seguir pagando los costos de su ineficiencia”, concluyó.
