El dirigente del PAN en Querétaro, Martín Arango García, sostuvo que el país vive un deterioro acelerado en materia de seguridad y respeto a los derechos ciudadanos, por lo que el partido acompañará las movilizaciones convocadas para el 15 de noviembre, tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo.
Además, descartó que respaldar una eventual revocación de mandato a la presidenta Claudia Sheinbaum sea una vía adecuada, al señalar que su obligación es responder a las demandas por las que fue electa, y reiteró que la postura del PAN respecto a la revocación de mandato es la misma que sostuvieron durante el sexenio anterior: “Contratamos a los presidentes por seis años, y su obligación es quedarse hasta el último día a resolver los problemas para los que los mexicanos los contratamos”.
Señaló que, más que promover ejercicios políticos, lo que exige el partido es que el gobierno federal se concentre en combatir la inseguridad y cumplir las promesas hechas al país. “Lo menos que esperamos hoy de Claudia Sheinbaum es que se ponga a trabajar y a resolver los problemas. Queremos que cumpla lo que prometió”, añadió.
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Sobre las movilizaciones por la ejecución de Carlos Manzo, Arango García confirmó que el PAN participará de manera activa, pues antes que militantes son ciudadanos. Explicó que acompañar las protestas es una obligación moral ante el clima de violencia que afecta a todo el país: “Somos ciudadanos activistas, y lo menos que nos corresponde es alzar la voz. Lo que sucede en el resto del país no nos puede ser ajeno”.
Dijo que la marcha no debe interpretarse como un acto partidista, sino como un reclamo legítimo de justicia ante la incapacidad del gobierno federal para pacificar México.
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El líder estatal panista acusó al gobierno de Morena de intentar desviar la atención con señalamientos políticos, incluso investigando redes sociales y teléfonos de ciudadanos, lo que consideró “sumamente grave” y un nuevo ejemplo del deterioro institucional. Añadió que el oficialismo busca proteger la imagen presidencial ante su caída en las encuestas, en lugar de atender las causas de la violencia.