Querétaro es una entidad que históricamente ha sido gobernada por administraciones abiertamente de derecha, inclusive varias de ellas tuvieron características más cercanas al fascismo que a una postura de centro, esto ha hecho que la izquierda local reme siempre contramarea, teniendo pocos logros en comparación de los partidos hegemónicos, pero siempre con la dignidad y el orgullo del trabajo colectivo por delante. Sin duda, el maestro Ángel Balderas forma parte de la historia de resistencia ante las injusticias que desde hace décadas se viven en nuestro estado, gozando de afinidades y detractores que en el camino van saliendo y en especial siendo parte fundamental de muchas generaciones de estudiantes críticos y críticas.

La expulsión del Presidente del Consejo Estatal de Morena Querétaro poco le suma al proyecto de transformación que la entidad demanda, aún con sus defectos, Balderas ha sido de las pocas voces críticas que se han posicionado ante las infamias que se viven al interior y exterior del partido, siempre usando el dato duro como herramienta de debate. La sanción interpuesta por la Comisión de Honor y Justicia del partido obradorista, no lo separa del cargo por las razones que se mencionan públicamente, eso es pretexto puro, la verdad es que Ángel es incómodo para la dirigencia estatal y nacional, localmente el maestro es un referente en toda la extensión de la palabra, quitando el protagonismo que más de un improvisado quisiera tener, mientras que en el ámbito federal es incómodo para quien hoy en día encabeza el partido, y es que él fue de los contados personajes que decidió no alinearse a la imposición que representaba la llegada de Mario Delgado a la dirigencia nacional, así como a la serie de anomalías que rodearon los procesos internos de Morena local al momento de definir candidaturas en el pasado proceso de 2021.

Curiosamente, las y los impulsores de dicha demanda en su momento contaron con el apoyo del exdirigente sindical, ya sea con innumerables conferencias sobre las diferentes reformas neoliberales, hasta la cobertura de espacios para la defensa y promoción del voto. Por ahora sólo queda la vía jurídica y esperar que el criterio de la comisión se guíe por la imparcialidad, ponderando ante todo la justicia en la sanción que merecen las presuntas faltas en las que el señalado incurrió, ya que es claro que no a todos se les mide con la misma vara, tomando en cuenta que en la sucursal local de Morena hay personajes que a mitad de proceso electoral han abandonado sus funciones, hasta los que abiertamente participaron con la oposición, gozando de total impunidad ante las instancias internas.

Con esta participación no buscó descalificar el probable agravio que motivó a la demandante para iniciar dicho proceso, pero me es difícil no pensar que detrás de la expulsión de Balderas se encuentra la mano de la dirigencia, tomando en cuenta que se avecina un proceso electoral interno en donde se renovarán los órganos de gobierno morenista.

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