Desde temprano, la escena frente al Centro de Congresos comenzó a tensarse. Hacia las trece horas, el acceso por la carretera 57 ya se encontraba cerrado y la fila de vehículos atorados evidenciaba la magnitud del evento. Personal de Protección Civil informaba que el estacionamiento estaba lleno: ni en auto particular, ni en Uber, ni en autobús había manera de entrar con facilidad.
En las inmediaciones, decenas de personas aguardaban sentadas en banquetas y jardineras, muchas cubiertas con prendas guindas para protegerse del sol. Entre la multitud se mezclaban simpatizantes de Morena y grupos del PAN, identificables por sus camisetas blancas y su presencia en las primeras filas del recinto. Desde las ocho de la mañana, seguidores del panismo queretano habían ocupado espacios privilegiados, mostrando la movilización del gobierno estatal y municipal.
Hacia las 3:40 de la tarde, el salón principal lucía lleno. El aire acondicionado contrastaba con el calor que afuera sofocaba a los asistentes. Uno a uno comenzaron a llegar actores políticos: a las 4:10, Santiago Nieto fue recibido con aplausos de la militancia morenista; minutos más tarde, los alcaldes de Querétaro, Corregidora y El Marqués hicieron su arribo bajo ovaciones.
La tensión aumentó poco después de las 4:20, cuando simpatizantes de Morena derribaron vallas a las afueras del recinto en su intento por ingresar. A las 4:35, los cánticos comenzaron a dominar la atmósfera: “¡Es un honor estar con Claudia hoy!” retumbaba en un sector, mientras otro respondía con consignas a favor del gobernador Mauricio Kuri.
El ambiente se polarizó todavía más con la entrada del propio mandatario estatal, alrededor de las 4:45. Entre gritos de “¡Gobernador, gobernador!” y porras personalizadas, la multitud se dividía entre vítores y abucheos, lo que obligó al maestro de ceremonias a pedir calma y respeto antes de iniciar el acto oficial.
Pancartas con mensajes como “Presidenta, Querétaro está contigo” contrastaban con otras que rechazaban proyectos estatales como El Batán, reflejo del choque político en el estado.
A las cinco en punto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, arribó al Centro de Congresos acompañada por el gobernador Mauricio Kuri y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. La presentación de los invitados en la línea de honor desató un momento incómodo: cuando se mencionó al gobernador, los aplausos se mezclaron con prolongados abucheos que lo obligaron a detener su discurso.
Finalmente, Sheinbaum pronunció su mensaje “La Transformación Avanza”, donde destacó avances de su primer año de gobierno. Tras aproximadamente 45 minutos de intervención, el acto concluyó con la entonación del Himno Nacional, dejando como saldo una tarde marcada por contrastes: la celebración de unos, la resistencia de otros, y un eco constante entre porras y abucheos.