Este miércoles fueron reconocidas las enfermeras del sector Salud del estado por su mérito profesional y por realizar su labor, día con día, con pasión y entrega. Entre ellas, María Soledad Hernández Ávila, mejor conocida como Cholita.

Originaria del municipio de Ezequiel Montes, Querétaro, María nació en el año 1929 y a la edad de 20 años le diagnosticaron sinusitis. Le dijeron que requería una cirugía, pero al no poder pagarla, le recomendaron visitar el Hospital Civil de Querétaro ubicado, en aquella época, en el ex convento de Santa Rosa de Viterbo.

Ante la situación, solicitó ayudar en el hospital para cubrir su deuda, ahí estuvo cerca de tres meses prestando sus servicios y apoyando en la cocina. En muchas ocasiones atendía a los bebés del cunero y asistía a una religiosa de nombre Guadalupe, que prestaba servicio en el hospital. Al cumplir su plazo, se regresó a su lugar de origen en donde duró sólo un mes y medio porque la jefa de las enfermeras del hospital la mandó llamar para que regresara.

En el año de 1949 la contrataron como asistente de la madre Guadalupe, y en ese mismo año se inició en el servicio de pediatría al cual fue asignada. Cholita sólo sabía leer y escribir por lo que siempre observaba los procedimientos.

A propósito del reconocimiento a su trabajo, Cholita expresa que se siente “muy feliz”. “Me da gusto, porque yo no sabía nada, pero yo necesitaba ayudar; a los niños llorando de dolor, yo los consolaba, yo les platicaba, yo les cantaba”. Recuerda que en sus inicios que tenía un sueldo de 75 pesos mensuales, y cuando ya se quedó sola y al servicio de los cuneros, ganó 120 pesos, servicio donde laboró por 26 años.

Durante el reconocimiento, el secretario de Salud, señaló: “Hoy tenemos un adaptador radiante. Hoy tenemos incubadoras térmicas especiales, tenemos mil cosas; y hace muchos años teníamos una mujer abnegada y entregada por el prójimo para aquellos niños que tenían menos oportunidades a la vida, que las que hoy tienen”.

Espíritu de servicio

A Cholita ahora se le recuerda por su gran calidad humana, espíritu de servicio y deseo de superación. “Eso es una muestra de lo que significa el amor al prójimo de una enfermera, que con los años se consolido y hoy está con nosotros”, mencionó el secretario de Salud.

Desde hace 20 años Cholita se retiró porque su madre se enfermó y se hizo cargo de ella, pero asegura que mientras estuvo en el hospital, dejó y dio todo.

El secretario de Salud en el estado de Querétaro, Mario César García Feregrino, fue el encargado de entregar los reconocimientos en la categoría de nivel de atención a la enfermera Estela Álvarez y a Ruth Noemí Pérez Enríquez. También se reconocieron las categorías de gestión administrativa, labor altruista y docencia e investigación.

García Feregrino destacó que gracias al trabajo de las enfermeras el índice de muerte materna ha disminuido en el estado. “Cuántas veces han evitado que médicos internos incluso residentes cometan accidentes que serían catastróficos para la vida del paciente, todo eso lo sabemos y lo reconocemos”, dijo.

Se reconoció también a las enfermeras de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Universidad del Valle de México (UVM), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

A la premiación asistieron la presidenta de la Comisión de Salud y Población de la 56 Legislatura, Blanca Pérez Buenrostro, así como Raúl Figueroa García delgado del IMSS y Hugo Valdés García Subdelegado del ISSSTE.

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