El canciller mexicano, Luis Videgaray, afirmó hoy ante el Senado que el Gobierno dejó claro la semana pasada a Estados Unidos cuáles son "los límites" y transmitió "el sentimiento de agravio e indignación que existe en México" por las posturas expresadas por Donald Trump.

En una comparecencia en la Cámara alta en la que explicó el estado de la política exterior, el ministro remarcó que se han abierto "nuevos canales de comunicación" con EE.UU., pero también se han establecido "con claridad" algunos de "los límites" del país.

Como ocurrió, ejemplificó, cuando el Gobierno mexicano respondió a Estados Unidos sobre un posible envío de migrantes de otras nacionalidades a México mientras se realizan los trámites de su proceso migratorio.

"Si bien México es un país solidario con todos los países, México no tiene por qué y no recibirá (...) personas que no son mexicanas", defendió.

El Ejecutivo comunicó "al Gobierno de EE.UU. de manera formal el sentimiento de agravio e indignación que existe en México por las posturas expresadas" por Trump durante la visita a la capital del país de los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de EE.UU., Rex Tillerson y John Kelly, respectivamente.

En las reuniones mantenidas durante la visita, dijo, México reiteró al vecino del norte la "voluntad de dialogar", pero siempre a través de un principio de "integralidad".

Manifestó que "debe existir un absoluto respeto a los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos", y que, en caso de que ese país no cumpla con esto, desde el

Ejecutivo no habrá "de titubear en acudir a la justicia de EE.UU. y a organismos internacionales".

Respecto a Centroamérica, de donde provienen la mayoría de migrantes que cruzan México con destino a EE.UU., destacó la necesidad de comprometerse con "las tres naciones del

Triángulo Norte -Guatemala, Honduras y El Salvador- para tener una presencia más activa, más solidaria".

"Los retos de Centroamérica son de desarrollo, no retos de control migratorio", aseveró el titular de Relaciones Exteriores.

Recordó que por el momento no se ha emprendido ningún tipo de negociación en materia comercial, ya que está en marcha un proceso de consulta con los sectores productivos de ambos países sobre los cambios al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor entre EE.UU., México y Canadá desde 1994.

El Gobierno mexicano anunció el 1 de febrero el inicio de las consultas durante un periodo de 90 días para fijar los parámetros de la revisión del TLCAN, que Trump considera perjudicial para EE.UU. en beneficio de México.

Será una prioridad "la protección de las remesas", que constituyen una importante fuentes de divisas para el país y que Trump ha amenazado con bloquear, indicó Videgaray.

Estas, añadió, representan "un acto de solidaridad de quienes fueron a aportar su esfuerzo a una economía extranjera" y que el Ejecutivo no permitirá que estas "se entorpezcan o encarezcan".

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