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El transitar por los caminos y las vías del ferrocarril que cruzan la entidad es para los migrantes un duro tormento, pues tienen que sufrir hambre, frío, calor y en muchas ocasiones asaltos, golpizas e invitaciones para consumir o distribuir diferentes drogas en las calles por las que pasan.
Esteban Braulio es uno de estos hombres que asegura que en la ciudad de Querétaro hay un grupo que los obliga a vender droga y les quita lo poco de dinero que tienen. Oriundo de Guatemala, Esteban ha realizado la travesía en busca del sueño americano en tres ocasiones.
Cuenta que decidió alejarse de la zona de paso del tren para evitar que un grupo de personas mexicanas le quiten el poco dinero que logra juntar para comer, y también evitarse una golpiza al no tener nada que darles.
“Me tardé casi un mes para llegar hasta acá. En mi nación no hay trabajo ni dinero. Mucha gente piensa que nosotros migramos en busca de droga, alcohol o somos malvivientes, pero yo no soy nada de eso, no bebo y no me drogo. Lo que queremos es pasar para los Estados Unidos. Me aleje de las vías y llegué hasta este puente de la comunidad de Los Ángeles porque ahí allá hay mucha gente mala, drogadictos y yo no hago eso”, asentó.
El joven hombre de 25 años dejó a su esposa de 20 años y un hijo de dos años por tratar de llegar a los Estados Unidos y a quienes espera enviar un poco de dinero, para que al menos tengan algo de comer.
A decir de Esteban y sus compañeros que prefirieron no dar su nombre, en la zona de las vías que cruzan calles como Roncopollo, Invierno y Hércules, entre otras que pasan pegadas a la zona centro de la capital, hay un grupo de vándalos nacionales que llegaron ahí en el tren, quienes los obligan a trabajar para ellos y no les permiten seguir su viaje hasta no completar una cuota que llega hasta los mil pesos.
“Ese dinero que nos piden yo no quise dárselos y me eche a correr lo más rápido que pude. Yo sé que lejos voy a poder tener algo más de dinero, porque la gente es muy buena y sé que llegaran tiempos mejores. Dios nunca nos abandona.
Sufriendo frío y cubierto con tan sólo con una sudadera y un sucio pantalón dijo que prefiere pedir caridad a los conductores que vender droga en algún lugar de México, porque su meta es llegar a Estados Unidos.