Marcos Aguilar Vega, del Partido Acción Nacional (PAN), y Manuel Pozo Cabrera, del Revolucionario Institucional (PRI), contendientes a la alcaldía capitalina, coincidieron en que la denominada “guerra sucia” debe ser erradicada como práctica, toda vez que ambas instituciones políticas han salido perjudicadas durante el proceso comicial, de manera que pactaron porque sólo la democracia reine en los comicios electorales.

En reunión con integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), los candidatos llamaron a acabar con estas prácticas que nada dejan a los queretanos, de forma que igualmente se comprometieron a evitar acciones de denostación en contra de sus adversarios políticos.

“Desde un principio señalé que sería el candidato de la ética y la propuesta, ha habido algunas circunstancias que no son correctas y, realmente, considero que son circunstancias que se deben de evitar en una campaña”, declaró Pozo.

Por su parte Marcos Aguilar denunció que ha sido víctima de daños en sus propagandas, quema de lonas, despintado de bardas y robo de espectaculares “y esto no es más que la guerra sucia que no queremos en Querétaro”.

En el tema de la agresión de un simpatizante panista por parte de brigadistas del PRI, Pozo Cabrera dijo reprobar los actos rotundamente y estar de acuerdo en que se sancione, conforme lo marca la ley a los responsables, de forma que igualmente reconoció que ha habido actos de guerra sucia.

El presidente de Coparmex, Darío Malpica, dijo por su parte que las campañas se han llevado de forma ejemplar, y resaltó la importancia de las propuestas. Agregó que las elecciones se ganan con proyectos y no con guerra sucia.

“Consideramos que si ha sido una campaña limpia, ha sido una campaña de propuestas, así lo hemos podido ver en este evento, ha tenido sus altibajos pero en general ha estado bien”, señaló al invitar a no redundar en detalles de la guerra sucia y, más bien, enfocarse a las propuestas de gobierno.

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