El pasado sábado se reunieron en la comunidad de la Esperanza, en Colón, más de 80 hombres y mujeres priístas representativos de los 18 municipios del estado con el objetivo de analizar la situación actual del Partido Revolucionario Institucional (PRI) queretano y de la elección de su nueva dirigencia, que en las últimas dos elecciones (2012 y 2015) obtuvieron resultados negativos.

Pues las principales posiciones de elección popular fueron perdidas por sus candidatos, primordialmente la del Senado en 2012 y la gubernatura este año, que les fueron ganadas por el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) en ambas ocasiones.

En dicha reunión —en la que participaron quienes han ocupado cargos de importancia como dirigentes del PRI, presidentes municipales, legisladores federales y locales, regidores, dirigentes de sectores y organizaciones, y militantes de diversas generaciones— se concluyó que el proceso de “elección” de dirigente sustituto del PRI que fue convocado para este domingo, está plagado de irregularidades.

Argumentaron que es una imposición más de una sola corriente del partido, que excluye a la gran mayoría del priísmo estatal, pues lo que necesita el tricolor hoy en día es apertura democrática y participación activa de todos sus militantes, corrientes y expresiones, en especial de aquellos que durante seis años fueron excluidos o relegados, por las decisiones cerradas de quien fuera el jefe político del partido en el estado.

Y que hoy su grupo de incondicionales pretende imponer con un recurso legaloide pero ilegitimo, a quien fue también designado dirigente del sector popular y que a la fecha no ha entregado resultados de su gestión, por lo que resulta incongruente su aspiración de dirigir al PRI.

Ahí se manifestó que aunque la imposición de Juan José Ruiz es un hecho consumado con el que no se está de acuerdo, la militancia priísta seguirá trabajando bajo protesta para reconstruir al partido y participar en la renovación de los órganos de dirección que deben elegirse estatutariamente en los próximos meses, como el Consejo Político Estatal en noviembre de este año, los consejos políticos municipales y las dirigencias municipales en 2016.

Ya que, dijeron, en dichos órganos debe respetarse y garantizarse la integración plural de todas las voces y expresiones del partido, de manera que sean integrados de manera equilibrada y con representación real de todos los municipios, sectores y organizaciones, privilegiando a la militancia y los cuadros del partido, con paridad de género y respeto a los espacios para los jóvenes.

También se dijo que el PRI se equivocó, ya que la ruta correcta era primero renovar el Consejo Político Estatal, que está a menos de un mes de vencer, y luego elegir una nueva dirigencia de presidente y secretario general, que terminará en 2017, para reestructurar al partido. Redacción.

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