Es muy importante dejar bien claro que los principios sindicales que la autoridad laboral debe respetar son: autonomía, libertad sindical y mayoría.
La autonomía consiste, precisamente, en que el sindicato tendrá como máximo órgano de autoridad a su propia asamblea, la cual vela por los intereses de los agremiados, puesto que se compone de los mismos, sin depender de la autoridad, ni patronal, ni laboral, para su toma de decisiones.
La libertad sindical es el principio que nos permite a los sindicalizados elegir libremente al comité que nos represente, así como demás órganos internos. La autoridad laboral y la patronal no deben interferir con sus intereses particulares, pues el interés que se privilegia es el de los agremiados.
La mayoría, es el que legitima los procesos internos de la vida sindical, tanto en su máximo orden, la asamblea, así como en sus consejos consultivos.
En asamblea del 27 de octubre más de 300 maestros votaron avalando la decisión de la Comisión Electoral de reponer el proceso electoral, debido a las impugnaciones que las entonces planillas contendientes presentaron. 300 maestros contra 10 que votaron en contra, principio de mayoría.
Posteriormente, se repuso el proceso electoral con dos planillas nuevas contendientes. Votaron 611 maestros avalando el proceso. Nuestra planilla ganó y, al siguiente día, la planilla contendiente citó a rueda de prensa para reconocer el proceso y reconocer nuestro triunfo, así como sumarse al trabajo sindical del nuevo comité electo.
Nuevamente, nos avala un proceso de asamblea de elección de 611 maestros sindicalizados. Nuevamente, principio de mayoría.
El mismo día de la elección, la comisión encargada del proceso y la Asamblea General del SUPAUAQ nos tomó protesta. Por lo que el día lunes 14 de noviembre nos presentamos con toda la documentación que avala la decisión de la asamblea y que es lo que solicita la autoridad laboral, es decir la Junta de Conciliación y Arbitraje, para pedir nuestra toma de nota.
Cabe señalar que la junta local tiene la obligación de pedir a cualquier solicitante de toma de nota la documentación que los avale como elegidos por asamblea, así como la toma de protesta.
Es muy grave que la junta otorgara a una planilla una toma de nota sin estos requerimientos, pues se está violentando el principio de autonomía, al mezclar sus propios intereses políticos, los cuales no comparte la comunidad académica universitaria.
Nosotros sí acudimos con toda la documentación requerida por la autoridad y señalada tanto en nuestros estatutos como en la Ley Federal del Trabajo y a nosotros no se nos entregó toma de nota, argumentando que no se encontraba el presidente de la junta.
Y todavía no se nos entrega, eso se llama dilación de justicia y ya se trabaja en un amparo para contrarrestar esta grave situación. Nuevamente, la autoridad aquí estaría violando el principio de autonomía.
Más grave aún, ese mismo día, el secretario del Trabajo, José Luis Aguilera, declaró que no otorgaría otra toma de nota puesto que ya había dado una previa. Esto es inadmisible para nuestro sindicato. La obligación de la autoridad laboral es otorgar la toma de nota cuantas veces lo mande la asamblea, que es el máximo órgano de autoridad de nuestro sindicato.
Con esto, el secretario del Trabajo quiere suplir las funciones de nuestra asamblea, desapareciendo nuestro principio de libertad sindical, de elegir a nuestros representantes, lo cual es una total intromisión de gobierno del estado.
Queremos denunciar la intromisión de gobierno del estado en nuestro sindicato, a través de su Junta de Conciliación y Arbitraje, quien violenta nuestros principios sindicales, que son de cualquier sindicato y bajo los que se rige el derecho colectivo: la autonomía, la libertad y la mayoría.
Debemos decir las cosas como son. Al gobierno del estado le interesa este proceso sindical por sus propios intereses políticos, puesto que esto es el preámbulo a la elección de Rectoría que se viene en un año y está buscando entrometerse en la vida de los universitarios, para controlar a todas las instituciones del estado.
Por eso podemos asegurar que lo seguirá haciendo, metiéndose en nuestra vida sindical, en tanto no pague costos políticos. Por eso hacemos un llamado a los universitarios para sumarse a la defensa de nuestra autonomía, de nuestros principios sindicales y, de manera más amplia, de nuestra universidad. No a la intromisión de gobierno del estado.