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Pintan oasis, pero sin servicios básicos

En el hogar de la familia Molinero, cuya puerta está abierta al turismo, se recuerda con imágenes el tiempo en que Mineral de Pozos, Guanajuato llegó a tener 60 mil habitantes

En los años 40, tras caer la extracción de plata y oro de la zona, Pozos fue obligado por el avilacamachismo a dejar su rango de municipio, para volverse delegación de San Luis de la Paz. (fotos: AMÍLCAR SALAZAR)
14/05/2017 |00:59Amílcar Salazar |
Redacción Querétaro
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En el hogar de la familia Molinero, cuya puerta está abierta al turismo, se recuerda con imágenes el tiempo en que Mineral de Pozos, Guanajuato llegó a tener 60 mil habitantes (hoy suma 3 mil) y una producción minera que competía con las mayores del país.

También evocan los años 40, cuando tras caer su extracción de plata y oro, fue obligado por el avilacamachismo a dejar su rango de municipio, para volverse delegación de su vecino, San Luis de la Paz; situación que lo llevó a adquirir el estigma de ser un “pueblo fantasma”.

Hace 30 años, el guía turístico Jesús Ugalde compró una propiedad del siglo XVIII y la remozó a su manera, hasta convertirla en un popular café. Luego, llegaron los texanos Julie y David Winslow, para convertir una casona en el primer hotel; Susan Montana, de Nuevo México, y Teresa Martínez, de Nuevo León, para restaurar y promover inmuebles; Ángeles Benítez, de Toluca, para montar una galería, y Clara Alva Boutelle, de Florida, para hacerse promotora cultural.

Muchas otras historias de migrantes pueden contarse en esta comunidad, rodeada por un valle semidesértico dotado de cactáceas, así como por vestigios de hacienda del siglo XVI y cascos mineros del XIX. Un oasis natural y arquitectónico situado a 40 minutos del límite norte de Querétaro, donde el cielo y las nubes añaden belleza y una sensación de tranquilidad a cada fotografía que se toma.

Actualmente, Mineral de Pozos se enfrenta a diversas presiones inmobiliarias, tanto locales como internacionales, que lo promueven como “un nuevo San Miguel de Allende”, aunque sin contar este con servicios públicos (agua, drenaje, electricidad) en gran parte del territorio.

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