El Instituto de la Mujer de Corregidora atiende de manera mensual a 120 mujeres víctimas de violencia, lo que significa que diariamente unas cuatro personas del género femenino son agredidas en dicho ayuntamiento.
De acuerdo con la directora del instituto, Alma Idalia Sánchez, las colonias de La Negreta, Santa Bárbara y Charco Blanco, es donde se presenta más esta problemática.
Comentó que las estadísticas que se tienen a nivel municipal sobre esta situación, coinciden con las mismas que se tienen a nivel estatal, donde 60% y 70% de las mujeres sufren violencia.
“Tenemos datos estatales, porque no se tiene focalizada la información en el municipio sobre la situación. Existe un vacío de información al respecto, aunque sabemos que es grave esta situación y ya estamos trabajando para resolverlo”, lamentó la directora.
Destacó que el Instituto Municipal de la Mujer (IMM), para tener en corto plazo datos estadísticos propios del ayuntamiento, se comenzó a aplicar encuestas a mujeres de diversas zonas.
Actualmente se aplican cuestionarios en la comunidad Los Ángeles, aunque existen sectores y colonias donde se tiene una mayor prevalencia de la violencia de género, demarcaciones en las cuales las adicciones están presentes y con ella las agresiones, desde sicológicas, económicas, físicas y sexuales.
“En el instituto brindamos asesoría sicológica de manera mensual de 100 a 120 mujeres. En cuanto a las que acuden en situación de crisis recibimos a tres por mes. Se les otorga asesoría y las canalizamos al centro de justicia, donde se les da atención para que definan si quieren o no presentar una denuncia contra su agresor o si quieren simplemente que se les escuche”, señaló.
De acuerdo con la directora del Instituto Queretano de la Mujer (IQM), Lourdes Alcántara de la Torre, de cada 10 mujeres en el estado tres aún sufren de violencia familiar.
Sin embargo, con datos de la Encuesta Nacional Dinámica de las Relaciones Obrero-Hogares que realiza el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), de 2006 a 2011, la entidad pasó de ocupar el lugar número uno de violencia laboral al 20; y del lugar 14 de violencia familiar al 23.