Estudiantes de la Licenciatura en Fisioterapia de la Facultad de Enfermería (FEn) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrollan el proyecto Equipo Termofisio para Valoración de Pacientes con Alteración de la Función Sensorial Lumbar con apoyo del Fondo de Proyectos Especiales de Rectoría (FOPER).

El proyecto fue creado por Andrea Rosales Hernández, Daniela Vigueras Becerril, Magnolia Isabella Martínez Trejo, Kenia Andrea Martínez Valtierra y el doctor Irving Armando Cruz Albarrán, bajo la asesoría de la maestra Arely Guadalupe Morales Hernández, coordinadora de la Maestría en Ciencias de la Rehabilitación en el Movimiento Humano de la FEn, y la colaboración de la maestra Sandra Chávez Monjáras, coordinadora de la Licenciatura en Fisioterapia, y el maestro Miguel Ángel Pírez Lindoro, responsable del Sistema Universitario de Atención en Fisioterapia (SUAF).

Se trata de una cámara termográfica con la que se evalúan los cambios locales de calor como síntoma de procesos patológicos, a través del cambio de temperatura del paciente, para valorar el curso de la intervención realizada por el fisioterapeuta, explicó Rosales.

La intención es que por medio de este procedimiento se obtenga objetividad en el tratamiento que se ofrece en fisioterapia, cuantificando los cambios patológicos que presenta el paciente, algo que no se había realizado con anterioridad.

“En la práctica tradicional no se cuantifica qué tanto aumenta o disminuye la temperatura, sino que se da por hecho que en ciertos tratamientos hay aumento de temperatura, pero con este prototipo se tendrá certeza de esos resultados”, abundó.

El proyecto se encuentra en su etapa final, que corresponde al análisis de los resultados obtenidos en una prueba piloto, la cual se realizó en el laboratorio preclínico de la FEn, ubicado en el campus Corregidora a un total de 20 pacientes, de los cuales la mitad presentaban dolor lumbar y el resto no contaban con ninguna patología.

“Se aplicó el mismo tratamiento para todos los pacientes, se tomó una fotografía antes y después del tratamiento, y 10 minutos después, con la finalidad de evaluar la respuesta del cuerpo ante el tratamiento, comparando así los cambios de temperatura en pacientes con y sin dolor. Estamos en el análisis de los resultados y en la elaboración de un artículo científico con lo que tenemos la posibilidad de titularnos”, agregó la estudiante.

Por su parte, la maestra Morales Hernández expuso que, si bien ya existen cámaras infrarrojas que miden la temperatura, el prototipo de este proyecto se usa a través de una tableta electrónica, lo que permite un uso más práctico, manejable y transportable.

Asimismo, la académica destacó la importancia de utilizar instrumentos de medición como auxiliares que permitan medir la evolución del paciente, sobre todo en áreas donde las alteraciones son primordialmente inflamatorias. Redacción

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