Esli Jair Martínez Ordoñez, se acerca a cuatro personas que caminan en el jardín de La Corregidora. Se presenta y les explica su situación. Los adultos mayores lo felicitan y sacan de sus bolsillos unos billetes que introducen en el bote que Jair, de 19 años de edad y luchador grecorromano, lleva consigo, pidiendo ayuda a los queretanos para cumplir su sueño: representar a México en el Mundial de la especialidad que se llevará a cabo en Bulgaria.

Originario de Chiapas, vive en Querétaro desde hace años, y estudia becado en una universidad particular.

“Gracias a Dios, soy campeón nacional. Este año fui campeón absoluto y gracias a esto clasifiqué al Panamericano, el pasado 8 de junio. Gracias a Dios se pudo conseguir la medalla de plata que nos pudo ayudar a clasificar la plaza al Mundial (U-20 de lucha grecorromana) en Sofía, Bulgaria, y estaremos allá representando a México y estamos pidiendo el apoyo de quienes nos quieran ayudar con un patrocinio, con una donación, o lo que gusten para poner en alto el nombre de México”, dice Jair.

Contrarreloj, luchador queretano recauda fondos para asistir a mundial
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El joven atleta se acerca a las personas que pasean por las calles del primer cuadro queretano. Algunas ni siquiera se toman medio minuto para escucharlo. Es un “no” la respuesta que recibe el atleta de alto rendimiento, aún antes de explicar la razón por la cual está en las calles. “Así es esto”, dice.

Jair no se detiene. Es una batalla contra reloj. El torneo en Bulgaria es el próximo lunes 15 de agosto. Aun así, el atleta no se da por vencido. Va de un lado a otro. Se le acerca a la gente, les pide su apoyo.

“Es la otra semana (la competencia). Necesito reunir alrededor de 60 mil pesos. Es para los boletos de avión, el hospedaje, que como nos piden estar en hotel sede, no podemos buscar un hotel más barato, ni nada. Es para alimentos, traslados de un lado a otro y gastos básicos que se ocupan.

“Somos de varios estados, como ya es selección nacional, vamos varios. Somos nueve los que vamos. Vamos solos, porque ellos (los entrenadores) tendrían que pagarse su viaje”, asegura.

Pese a las condiciones severas de viaje, las cuales no son las óptimas para atletas de alto rendimiento, señala que van porque les gusta el deporte, todo por representar a México. “Para nosotros es un sueño representar a México y no hay de otra”.

Comenta que, de lograr ir a Bulgaria, sería su cuarta competencia internacional como luchador. En Colombia, ha participado en varias ocasiones.

Jair recuerda que comenzó a luchar hace 10 años, cuando apenas tenía nueve años de edad, por lo que se considera bastante joven para esta disciplina. Afirma que le llamó la atención este deporte porque era muy hiperactivo, y con tal de tener algo en lo cual gastar las energías, fue que poco a poco se fue enamorando de esta disciplina.

Apunta que practicar y entrenar las luchas no es tan difícil, con tener disciplina y constancia se puede llegar a ser bueno.

“El problema es al momento de los apoyos, ahí es donde está lo difícil. Muchas personas se quedan en el camino. Sólo las personas que se arriesgan a formar parte de estas competencias son quienes comienzan a crecer más”, dice.

“Por lo general, ya cuando regresas de la competencia, te apoyan, pero la verdad es que el apoyo no sólo se necesita para las competencias. Se necesita desde antes, desde que entrenas, porque no sólo entrenas, necesitas equipo, suplementos, proteínas, muchas cosas para poder ir (a una competencia) y traer un resultado. Si así nada más fuera, cualquiera podría ganar”, enfatiza Jair.

El joven atleta precisa que en este momento está sometido a una dieta para bajar de peso y poder competir, y asegura que su disciplina no es tan cara de practicar, pues además brinda muchos beneficios físicos, y cuida mucho su cuerpo. Además, gracias al deporte puede estudiar ingeniería mecatrónica en una de las mejores universidades particulares del estado. “No lo veo caro para las recompensas que puedes tener”.

Dice que gracias a un maestro de esa universidad y quien lo conocía, fue que la casa de estudios le ofreció una beca deportiva, la cual no rechazó.

Alrededor del atleta chiapaneco la gente pasa distraída. Sólo alguno que otro peatón voltea a ver al joven enfundado en su uniforme tricolor, que lleva una mochila y un casco de motociclista, en el cual guarda el bote donde pide apoyo para representar a México en una competencia internacional.

Agrega que se le han acercado para decirle que demande a directivos deportivos, pero ese no es su objetivo. Él ve más allá de los problemas de “pantalón largo”. Él quiere competir con los colores patrios.

“Yo quisiera ir a Juegos Olímpicos, ganar una presea, un oro, un bronce, una plata. La verdad es que es el sueño de todo deportista olímpico. Posteriormente, quisiera entrenar artes marciales mixtas. En lo profesional, me gustaría abrir una empresa con mi hermano, que también estudió lo mismo y dedicarnos a eso”, subraya el joven atleta.

Jair saca el bote del casco, lo toma en una mano, mientras en la otra sostiene orgulloso las medallas obtenidas en las competencias del último año, y que lo validan para estar en la élite de la lucha grecorromana nacional. Pero, las metas de Jair no se quedan en eso. Su mira, en el corto plazo, está en Sofía, Bulgaria, la próxima semana.

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