“Adoro los rumores. Los hechos pueden ser engañosos; los rumores, ciertos o falsos, son muy reveladores”, dice el coronel Hans Landa en una película de Tarantino. Y cuánta razón tiene. El rumor lleva mucho tiempo en el aire: que el estado está entregado a Morena, que el gobernador ya pactó. De hecho, hace poco más de mes y medio, el gobernador tuvo que desmentir, y nuevamente este fin de semana sucedió un efecto dominó que quizá no tenía en mente planeado.
En un festejo panista por haber arrasado, en tiempos de Francisco Domínguez, en todas las elecciones locales y estatales, el gobernador se atreve a decir que quien venga a Querétaro, uno, respete la ley —eso es lógico—, y dos, que no vote por Morena. Hasta ahí parecía inocente la declaración del gobernador, que en política ha sido muy inocente, en efecto, y tiene un secretario de Gobierno también muy inocente. Pero, de inmediato, tuvo respuestas directas.
La presidenta nacional de Morena, Luisa Alcalde, que tampoco es muy efectiva —o no se ha mostrado tan letal como pudiera ser una presidenta de un partido hegemónico—, reiteró que al gobierno del estado panista le espantan las encuestas donde indican que casi van empatados. Bueno, no lo dijo así, pero esa es la realidad. Y para cerrar la pinza, la presidenta Claudia Sheinbaum, este lunes en la mañana, dijo que se equivocaba el gobernador al decir eso.
Yo no sé si sea cierto o no que Querétaro esté ya entregado a Morena, pero las actitudes que está mostrando el estado así parecen aparecerlo.
Hasta el momento faltan dos años para la elección, sin embargo, los tiempos políticos se han adelantado. Quizá por la ausencia política de Kuri y la falta de un secretario de Gobierno efectivo, pero pues de hecho en el PAN ya se han visto adelantados los tiempos. La guerra de bardas que se ha intensificado el último mes es prueba de ello.
También en Morena, pero han sido más discretos. Falta mucho tiempo por pelear. Perdón, falta mucho tiempo en la contienda. Y en política es muy importante el tiempo y el efecto. El PAN ya se desgastó. El gobernador adelantó vísperas. Y a ver hasta dónde queda este punto, igual se termina el reinado panista, porque el gobernador Kuri tiró todo a la basura.
Los rumores pueden ser humo… o señales de fuego. Lo cierto es que, más allá de las declaraciones, desmentidos y fintas políticas, el gobierno de Kuri parece haber perdido el control del relato y del rumbo. Si Morena gana Querétaro, no será sólo por méritos propios, sino por los errores no forzados del PAN. Porque en política también se pierde por hablar de más, por callar a destiempo y por adelantar vísperas como si el futuro estuviera asegurado.
En tanto, el general Landa, brinda con su vaso de leche por los rumores y la política.
Periodista y sociólogo. @viloja