Durante esta semana tuve nuevamente el privilegio de entrevistar a Víctor Manuel Vucetich, un tipo ganador por simple olfato. Pareciera que los colmillos retorcidos se le arrestan en su repentino caminar. La vida lo ha conducido por caminos complicados, pero el olfato triunfador lo ha sabido utilizar en los momentos precisos; con la gente exacta, en el tiempo indicado.
Cuando llegó a Querétaro nada tenía que demostrar; lo había ganado todo…lo posible y hasta lo que era imposible…que, tras su paso por Monterrey, convirtió en su antónimo.
Gallos Blancos representaba un nuevo reto, como el nuevo becerro del León hambriento en tiempos de casería. Parecía un reto fácil, y en su momento lo fue. Como era de esperarse el León devoró al becerro. Primer reto: cumplido. Había logrado en apenas seis meses lo que nadie, en 65 años de historia, pudo lograr…una final dentro de la máxima categoría del futbol mexicano. Pero la vida tuvo que continuar.
Quizá las ambiciones de Vucetich nunca terminan, y es que en su mirada se puede observar el largo tramo recorrido, pero sobre ello, hay algo que brilla aún más: y son esas ganas y la ferocidad con que observa a sus próximas “víctimas”.
Su historia es como aquél viejo tiro al blanco que ha sido perforado por múltiples fechas de victoria. La parte más lastimada es justo el centro, en donde se enmarca la puntuación más alta de este pequeño juego.
Aunque siempre habrá algunos hoyos dispersos que evidencian la tempestad, la derrota, el aprendizaje…y, quizá, el pasado Apertura 2015 se convirtió en ese pequeño hoyo perdido en el círculo del tiro al blanco; que por las condiciones del clima o de la desconcentración quedó lejos del centro.
Pero siempre hay una nueva oportunidad para reivindicarse, una nueva flecha por tirar.
La experiencia y el aprendizaje obtenido a lo largo de su carrera le ayuda mucho para enfrentar la actualidad; pero lo que le ayuda mucho más es la humildad con la que afronta cada nuevo reto, deja de lado las victorias del pasado y se concentra en las batallas del presente. Por si fuera poco, como buen ser humano, se toma el tiempo para aconsejar a nuevos prospectos.
Durante la entrevista me lo demostró cuando tomamos como ejemplo a Juan Carlos Osorio, el técnico de la selección nacional, quien ha querido hacer valer la frase de Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” a través de la “rara” convocatoria para el partido contra Senegal. Y aunque el ‘Rey Midas’ no está de acuerdo con la realización de partidos “recaudadores” como él los llama, se tomó la molestia de proponer competencia verdadera aunque el resultado sea adverso.
¿Ustedes qué piensan al respecto? ¿Coinciden en que se organicen partidos de real competencia aunque el espectáculo del TRI se vea mermado?