Nos encontramos a unas semanas de conocer quiénes serán las y los candidatos a los distintos puestos de elección popular para el proceso electoral del próximo año: senadores, diputados federales y locales, alcaldes y regidores. Bajo este contexto, vale la pena preguntarnos: ¿Cuántas de estas candidaturas serán encabezadas por jóvenes?

La política en nuestro país parece estar en manos de las generaciones adultas, con pocos y muy controlados espacios para las y los jóvenes. Para muestra, revisemos las edades de los legisladores federales, en la 64 Legislatura (2018 a 2021), de 500 diputados sólo 28 fueron jóvenes menores de 30 años y en la actual Legislatura (2021-2024), tenemos 15 legisladores menores de 30 años, es decir, las juventudes representan solo el 3% de la cámara de diputados. Las proporciones en el caso de la legislatura local son muy similares, contamos con contados legisladores jóvenes.

En este escenario político mexicano, la reelección de legisladores, tanto diputados como senadores, ha creado una muralla que dificulta la participación de la juventud. Este ciclo de renovación política se convierte, irónicamente, en una trampa para los políticos jóvenes, limitando sus oportunidades de acceder a esos espacios de toma de decisión.

La reelección sin restricciones se convierte en un monopolio de poder que excluye a los jóvenes, dejándolos atrapados en un sistema que les cierra las puertas antes de que tengan la oportunidad de abrirlas. En 2024, todo indica que el relevo generacional continuará siendo una quimera. El micrositio web de la Cámara de Diputados revela que 471 de los 500 diputados federales han presentado su carta de intención para reelegirse. En el caso de Querétaro los 5 diputados de mayoría relativa presentaron su carta intención, expresando con ello su interés de continuar en sus cargos.

Es importante recordar que la reelección consecutiva se prohibió en 1933 y fue hasta 2014 que se reformó la Constitución para permitirla nuevamente, esta reforma entró en vigor en 2021 para diputados y lo será en 2024 para senadores.

En un país que clama por un cambio y por una representación más diversa, la rigidez de la legislación actual se vuelve obsoleta. La democracia no debería ser estática, sino un reflejo dinámico de la sociedad que pretende servir. La reelección contribuye a la concentración de poder en manos de unos pocos, privando a la juventud de la oportunidad de contribuir con su perspectiva única y posicionando los temas que les interesan en la agenda nacional.

Es esencial retomar el debate sobre la reelección y considerar límites que permitan una representación popular más efectiva. La política no debe convertirse en una carrera de resistencia para unos pocos veteranos.

El relevo generacional en la política de México no solo es deseable, sino necesario. Necesitamos una nueva generación de jóvenes legisladores que llegue a romper con las prácticas arcaicas y construir un futuro político más inclusivo, innovador y sostenible para México.

@RubenGaliciaB

Google News