El día de ayer se presento el Índice de Competitividad Estatal 2025, un ejercicio anual del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) que muestra una radiografía precisa del potencial (y los retos) de cada entidad para generar condiciones de bienestar, innovación y desarrollo sostenido.

Esta edición, además, tiene un valor especial: es la primera que se publica bajo el marco del Plan México, la ambiciosa política industrial del Gobierno Federal.

En ese contexto, Querétaro vuelve a posicionarse como un caso digno de estudio. No sólo por los resultados del índice, sino porque algunas de las recomendaciones más relevantes del IMCO coinciden con políticas públicas que ya se están implementando en el Estado.

En un país donde la planificación a largo plazo suele ser la excepción, encontrar alineación entre diagnóstico técnico y acción gubernamental no es poca cosa.

Uno de los grandes retos que el índice subraya es la gestión hídrica. Querétaro, con el proyecto de reúso de agua en El Batán, ha comenzado a trazar una ruta clara: no basta con distribuir agua, hay que repensar cómo la gestionamos de manera integral, con visión de futuro y aprovechando esquemas de financiamiento mixto.

Otro rubro clave es la eficiencia energética. Mientras el IMCO llama a los Estados a desarrollar programas con objetivos claros de ahorro en el consumo público, Querétaro va un paso adelante con la Agencia Estatal de Energía.

Sumado a lo anterior, Querétaro destaca ampliamente en infraestructura logística, especialmente en el ecosistema alrededor del Aeropuerto Intercontinental.

De acuerdo con el nuevo indicador incorporado (carga aérea por cada mil habitantes) Querétaro lidera en este ámbito. Este dato señala una ventana de oportunidad para convertir al Estado en un nodo clave de las cadenas globales de valor.

Esta medición no debe tomarse como una medalla o un castigo: es un punto de partida. Un espejo para que los gobiernos locales se observen con autocritica y reconozcan sus áreas de oportunidad.

Las 53 variables del índice, desde Estado de derecho hasta innovación, pasando por sostenibilidad ambiental, son herramientas para construir hojas de ruta basadas en evidencia y datos. Aprovechémoslas.

Los resultados completos están disponibles a partir de ayer en: imco.org.mx

@RubenGaliciaB

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