Nos encontramos ya en vísperas de la próxima elección en nuestro país, en ella se elegirán además del cargo de Presidente de la República, los de senadores y diputados federales, quienes serán los encargados de aprobar o desechar las iniciativas de ley del próximo sexenio, de ahí la importancia que en estos espacios contemos con las y los mejores ciudadanos.

En un mundo ideal, donde las ideas compiten y los ciudadanos son los jueces, los debates políticos son las arenas donde se forjan las convicciones y donde se convence por uno u otro proyecto. En México, esta tradición de confrontación de ideas ha sido un componente esencial de nuestra cultura democrática y todo parece indicar que en el próximo proceso electoral tendrán gran importancia.

El pasado 3 de noviembre, a propuesta de la Comisión Temporal de Debates, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral aprobó un acuerdo por el que se emitieron criterios generales para favorecer el adecuado desarrollo de los debates “legislativos”, promoverlos y elevar su calidad en el proceso electoral federal 2023-2024.

El debate político no solo es un ejercicio retórico; es una herramienta que permite a los ciudadanos distinguir entre distintas visiones, evaluar liderazgos y evaluar propuestas. A través de los años, los debates han sido el catalizador de cambios significativos en la percepción pública y han contribuido a la formación de una ciudadanía más informada y participativa.

Sin embargo, este viaje no ha estado exento de desafíos. Desde los primeros debates radiofónicos en la década de 1960 hasta los debates televisados en los años más recientes, hemos visto cómo la forma y el alcance de estos intercambios han evolucionado en respuesta a las demandas de una sociedad en constante cambio, lo mismo que también hemos sido testigos de como para muchos políticos los debates parecen ser sus oportunidades para denostar o hacer señalamientos personales a sus contrincantes.

Como ciudadanos responsables debemos comprometernos a ser testigos activos de estos debates, no solo como espectadores, sino como participantes críticos. El compromiso institucional está puesto, el INE promoverá y dará máxima difusión a estos ejercicios argumentativos, según lo indica el acuerdo publicado. La transmisión y promoción de los debates se llevará a cabo en las redes sociales institucionales de cada Organismo Local, en el caso de Querétaro a través del Instituto Electoral del Estado de Querétaro.

El acuerdo ordena también que los formatos deberán contribuir a ofrecer información al electorado para la emisión de un voto razonado y propiciar la realización de ejercicios democráticos, flexibles y atractivos; por ejemplo, mediante dinámicas de interacción entre las personas candidatas, entre éstas y la moderación o, en su caso, entre las candidaturas y la ciudadanía.

A medida que nos acercamos a las próximas elecciones, la atención a los debates se vuelve más crucial que nunca. En un mundo donde las narrativas pueden ser moldeadas por titulares sensacionalistas y campañas publicitarias, los debates ofrecen la oportunidad de mirar más allá de las apariencias y explorar la sustancia detrás de las promesas, aprovechémoslos.

Google News