Estimado lector, coincidirás conmigo en que manejar las cosas no equivale necesariamente a entenderlas. Podemos conducir un vehículo, sin saber de mecánica; tanto, como podemos manejar las nuevas tecnologías, sin entender sus fundamentos, ventajas y riesgos.
Sabemos que el campo de acción de la Inteligencia Artificial (IA) es prácticamente ilimitado; hoy está presente en algunas de nuestras actividades cotidianas y es conocida su aplicación en distintos segmentos fundamentales como la educación y la investigación, generando importantes avances en el desarrollo de medicamentos y en la solución de problemas de distintas áreas.
En este tenor, resulta crucial cuestionarnos hacia dónde nos dirige la IA; provocar un diálogo informado sobre su impacto en nuestras formas de vida y de convivencias, e incluso sus implicaciones éticas. Afortunadamente contamos con mentes como las del exsecretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger; el cofundador de Schmidt Futures y exdirector ejecutivo de Google, Eric Schmidt; y el decano de la Escuela Schwarzman de Computación del MIT, Daniel Huttenlocher, quienes en su libro “The Age of AI”, analizan la evolución de la IA, su situación actual y sus escenarios futuros.
Entre muchas otras cosas, nos recuerdan que la IA no se rige por principios y conceptos morales que la contengan y le den límites, por lo que su revolución puede tomar giros inesperados y conducir a resultados impredecibles.
A estas alturas, seguramente ya has leído alguna noticia dolorosa vinculada al uso de la IA; en esta misma columna he advertido sobre el “phishing”, la suplantación de identidad haciendo uso de datos biométricos, la difusión de noticias falsas para crear tendencias en redes sociales, entre otras, que son el resultado de un uso negativo de esta tecnología y que terminan por afectar a cualquier sociedad.
Por ello, los tres autores de esta obra nos convocan precisamente a visualizar escenarios posibles, a fin de lograr reflexiones profundas y nos recuerdan también que los impactos de las nuevas tecnologías, son materia que debe considerarse desde el principio, no después del hecho.
Un acento fundamental de su investigación, sin duda, es su afirmación de que los seres humanos seguimos siendo indispensables en la ecuación de la IA; por lo que debemos plantearnos muy seriamente los límites en nuestra interacción con ella, orientándola al desarrollo -y no la destrucción- de la humanidad.
¿Sabes cuáles son las herramientas que hoy utilizas con IA?, ¿conoces sus ventajas y riesgos?, ¿te limitarás a manejarlas o te darás a la tarea de entenderlas? Tú decides.