Estimado lector, en nuestra última entrega escribí acerca de la cuarta fiesta tecnológica en la que nos encontramos inmersos; esta fiesta 4.0 donde las nuevas tecnologías siguen cambiando las formas de vida y de convivencia de las personas en todo el planeta.
Señalamos también que los alcances de la Inteligencia Artificial (IA) son prácticamente ilimitados; pues su aplicación en distintos campos y segmentos como la educación y la investigación genera soluciones e innovaciones que hace algunos años resultaban inimaginables. Desde modelos de lenguaje mediante IA generativa (ChatGPT), chatbots de IA (Meta), el “listado mágico” de productos a partir de fotos (eBay), hasta la traducción de podcasts a distintos idiomas (Spotify), o la nueva bebida -Y3000- creada con IA (Coca-Cola).
A estas alturas, ¿te atreverías a dudar que la IA esté cambiando el mundo del arte? Evidentemente la respuesta es que lo está cambiando como sabe hacerlo: a un ritmo vertiginoso.
Imagina estar parado frente a una obra de arte digital que se desarrolle en tiempo real; es decir, una obra que sea dinámica y, más aún, que esté diseñada para interactuar con su entorno. Su efecto es hipnotizante; ¡te atrapa! Pues estarías contemplando una pieza capaz de adaptarse al movimiento, al sonido, a la luz e incluso a la temperatura.
Por ello, no sorprende que el Museo de Arte Moderno de Nueva York, mejor conocido como “MoMA”, apenas en noviembre del año pasado, haya presentado su primera obra artística generada por IA.
Se trató de la obra “Unsupervised” del artista y creador digital Refik Anadol; quien, a diferencia de las pinceladas de los grandes artistas del pasado, nos muestra un universo donde “las redes neuronales toman el control de la obra”. Sin duda, una obra difícil de describir; pero también una que nos permite apreciar el arte de nuestro tiempo.
Exhibida en un enorme muro multimedia, “Unsupervised” estuvo compuesta por 380 mil imágenes, las cuales fueron tomadas de 180 mil piezas de arte de la colección del MoMA. Con ellas, crea secuencias infinitas de formas fascinantes, únicas e irrepetibles.
Dicho en palabras muy, pero muy cortas, lo que hizo este artista turco-estadounidense fue diseñar su propio modelo de IA; empleó sistemas que convierten las imágenes en datos, para luego crear composiciones a partir de fragmentos digitales. El resultado fue un viaje donde confluyen formas, colores y texturas en constante movimiento; un arte revolucionario que sigue asombrando a millones de personas alrededor del mundo.
En resumen, la IA ya nos alcanzó. Hay esfuerzos muy importantes por parte de artistas mexicanos como Cristina Pineda -con Xico-, de llevar el arte y el diseño al mundo digital; además de artistas emergentes como Gastón Lombardi que tomarán liderazgos importantes en los próximos años por medio de sus creaciones.
Querétaro no será la excepción: nuestro enfoque es impulsar más innovadores, más cultura digital y, ¿por qué no?, más arte digital. Es momento de despertar, atrevernos, adaptarnos y avanzar en bloque para llegar a tiempo a esta fiesta tecnológica.