Estimado lector, dice un proverbio holandés que “no puede impedirse el viento, pero en cambio pueden construirse molinos”. Traigo esto a colación, porque la adaptación es pilar de la innovación; desdobla nuestra capacidad para responder con prontitud a las necesidades, los cambios y los retos.
Hoy, más que nunca, la industria high tech necesita personas capaces de adaptar los medios a los fines; talento altamente calificado que pueda adaptarse a las demandas cambiantes del mercado.
En un mundo en constante evolución tecnológica como en el que vivimos, la industria de “high tech” no solamente se ha convertido en el motor de la economía global, sino también en un catalizador de cambio para diversas disciplinas.
Pero ante un escenario como este, vale la pena preguntarnos: ¿qué ocurre cuando la demanda supera a la oferta?, específicamente en términos de talento calificado. Es justo aquí cuando irrumpen conceptos cruciales como la reconversión y el “speed learning”.
La reconversión laboral apunta precisamente a la adaptabilidad del talento humano frente a nuevos retos -adaptación al cambio-. Más aún, en la industria de high tech, donde las habilidades requeridas hoy, no necesariamente serán las mismas que se ocuparán el día de mañana. Se prevé que la programación en lenguajes como “Python” o “Java” dará paso a nuevos lenguajes y tecnologías; la experiencia y habilidad en el manejo de Inteligencia Artificial, por su parte, evolucionará hacia ramas aún más especializadas.
Esta demanda constante de nuevas habilidades revela que la formación continua más que una aspiración, es una obligación. En otras palabras: no hay lugar para la complacencia; la reconversión es una necesidad apremiante para cualquier profesional que aspire a ser relevante en el sector.
Y si la reconversión es el destino, el “speed learning” es el vehículo que nos conduce a él. Traducido como “aprendizaje acelerado”, este enfoque se centra en adquirir habilidades y conocimientos de forma rápida y efectiva —de manera acelerada—.
En una industria que se transforma casi a diario y en la que no hay tiempo para largos ciclos educativos tradicionales, el “speed learning” irrumpe por medio de técnicas pedagógicas modernas como el aprendizaje activo, el aprendizaje basado en proyectos y la “gamificación” para impartir conocimientos de manera eficiente. Cursos online, bootcamps tecnológicos y certificaciones rápidas son ejemplos de cómo el “speed learning” está reformulando la educación en el sector tecnológico.
Sin duda, aún falta mucho por ver. Pero hoy ya somos testigos de nuevos modelos de aprendizaje y de la conversión de las empresas en organizaciones inteligentes, centradas en el aprendizaje permanente de sus miembros y en su adaptación a los cambios.
En este escenario, no es aventurero afirmar que tanto la reconversión como el “speed learning” distan mucho de ser tendencias pasajeras; llegaron para instalarse como imperativos para la viabilidad y el crecimiento a largo plazo de las y los profesionales que participan en esta industria.
Este es tu momento. Si quieres tener un papel protagónico en la tecnología del mañana: actívate, “construye molinos”, adáptate y abraza la innovación.